Viernes 10 de Marzo de 2006, 10:46

ALL desecha hidrocarburos que contaminan el Río Uruguay

CONCORDIA | El canal de desagüe que atraviesa por debajo del patio de maniobras de la Estación Central de Ferrocarril de Concordia cambia súbitamente su composición cuando llueve con cierta magnitud. Se debe a que arrastra a su paso los hidrocarburos que los empleados de la empresa ferroviaria ALL (América Latina Logística) extraen de las locomotoras.


Los vecinos se quejaron del olor denso y penetrante a combustible que la humedad hace aflorar del agua contaminada que desemboca en el Balneario Viejo. Hace mucho tiempo que la playa está inhabilitada, aunque hay quienes se dan un chapuzón y emergen con sus cuerpos untados por una sustancia viscosa. José es el cuidador del predio en la costanera que explota el CEC (Centro de Empleados de Comercio) desde hace 22 años. “Hace muchos años que se larga ese efluente. No sé si es gas oil, fuel oil, pero va todo a parar al Balneario Viejo que se lo quiere recuperar, cosa que me parece imposible”, expresó. Este vecino aseguró que la solución sería enviar los efluentes hacia el antiguo lavadero de vagones. “Me parece que desviando la salida del agua de este arroyito que viene del ferrocarril se podría recuperar el Balneario Viejo”, expresó. Es fácil distinguir las huellas que deja los hidrocarburos a su paso. Cuando el agua desciende, se observan trozos de mampostería semisumergidos teñidos de negro, o la tierra que bordea al curso de agua opacada por un tizne oscuro. Si se presta atención, los reflejos del sol revelan la presencia de una película viscosa en la superficie del agua. A la salida del túnel que atraviesa el playón de maniobras, detrás de la cancha de Wanderer´s, el agua se arremolina en forma lenta, pesada; señal que delata la presencia de una sustancia más pesada mezclada con ella. [b]Bañistas “empetrolados”[/b] Alejandra Farías es la esposa del cuidador del Club Comunicaciones. Hace dos años y medio que vive en el predio del club, y junto a su familia sufren las consecuencias de los líquidos que se vierten al arroyuelo. “Ayer era impresionante, no se podía estar por el olor a aceite quemado que había”, expresó. Enfrente del Comunicaciones se encuentra el antiguo balneario. La gente que se acerca ya no se baña en la costa. Además de su aspecto olvidado, la playa no está habilitada; no cuenta con guardavidas ni boyado. De vez en cuando, algún bañista se sumerge, “y así como se bañan salen con el cuerpo grasoso, les queda todo el cuerpo ‘resfaloso’”, expresó Alejandra. Según el testimonio de la casera del club, hace dos meses que la gente dejó de concurrir. “Los domingos había mucha gente, y ahora dejaron de venir por el agua sucia”, expresó. [b]“Alguien se tiene que hacer cargo”[/b] Hugo Daniel Aguirre, vive en calle Scattini, a media cuadra de la cancha de Wanderer´s. El curso de agua serpentea entre la cancha de fútbol y el predio derruido del Victoria Park, y luego sigue su rumbo paralelo a Scattini hasta desembocar en el río. Aguirre vive en el barrio desde 1987, y aseguró que el problema es de “toda la vida”. “Cuando llueve se "enchorra" el arroyo que sale desde la estación, donde se lavan los trenes”, expresó. Según cree, la humedad que sobreviene a las tormentas de verano “hace levantar el olor”. Lo describió como “un hollín, tóxico, que no se aguanta. Hay que vivir encerrado”, expresó. Es recomendable soportar el calor que darse un chapuzón en la antigua playa. “Yo tuve esa experiencia hace un año y medio, me entró agua del arroyo en el oído y me agarró una infección que anduve meses y meses. Me pude curar con inyecciones”, añadió. Aguirre es partidario de entubar el curso de agua y dirigirlo al antiguo lavadero. “No podemos continuar viviendo toda la vida con este problema. Alguien, la municipalidad o los concejales tienen que ver esto. Es mentira que no lo ven”, sostuvo. La costanera, a la altura del arroyo, es una zona olvidada, sin luz ni seguridad. “La gente que antes venía a caminar ahora llega a la última rotonda. Ya no quiere caminar más porque hay asaltos y robos, mujeres que fueron amenazadas con cuchillos”, ostuvo José, el cuidador del CEC. "Bueno sería que, ya que se preocupan tanto por las papeleras, vean que hacer con esto", indicó Aguirre. Fuente: Diario Junio.