Jueves 10 de Junio de 2010, 11:49

Ambientalistas marcharán a la municipalidad de Gualeguaych&uacu

| La Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú se movilizará este mediodía a la municipalidad de esa localidad, y exigirá la presencia del intendente, Juan José Bahillo, para pedirle explicaciones sobre la actuación del gobierno nacional, que ayer se presentó como querellante en la causa.

Los asambleístas pedirán a Bahillo explicaciones sobre la decisión del gobierno nacional, al que él adscribe y le pedirán que asuma la representatividad del pueblo al que encarna. En la asamblea que realizaron anoche, los asambleístas decidieron responsabilizar a Bahillo de lo que les pueda ocurrir a aquellos ciudadanos denunciados por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN). En realidad, la apuesta del gobierno nacional de criminalizar la protesta social es la muestra evidente del divorcio de un gobierno que más allá de lo enunciativo, nunca hizo propia la causa de todo un pueblo contra la contaminación de una planta ilegal o si se prefiere, un enclave colonial en el río Uruguay. Es, en verdad, el último paso de una serie de traiciones que se inició tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia, el que dio luz verde a las bocanadas contaminantes de una empresa de la que aceptó que se instaló de manera irregular al violar el Estatuto del Río Uruguay. Otra vez quedaron en evidencias las trampas de un sistema que, bajo el disfraz de la democracia, se muestra como representativo, cuando en realidad canaliza los intereses de unos pocos. Un mecanismo históricamente instalado en el Río de la Plata para favorecer a los poderosos sin importar el alto precio que deban pagar los ciudadanos a quien dicen representar. Es que nadie se anima a desmantelar un sustancioso negocio para los intereses espurios de siniestros personajes. Cristina y Néstor Kirchner, José Mujica, Luis Almagro, Aníbal Fernández, Julio Alak, Guillermo Guastavino, Juan José Bahillo -la lista puede ser interminable e incluye también a la gran mayoría de los dirigentes políticos opositores- son rehenes de un sistema nacido y desarrollado para preservar los intereses de los más poderosos. Son los pulpos trasnacionales como Botnia los que terminan digitando decisiones como la de ayer, donde las repúblicas se ponen de rodilla a esos intereses espurios, pero se alzan contra el legítimo reclamo de una comunidad que no quiere renunciar a su más legítimo derecho a vivir en un medio ambiente sano. Fuente: El Argentino.