Lunes 12 de Octubre de 2009, 11:46

Aseguran que planta transformadora no provoca riesgo medioambiental

| Se trata de la proyectada instalación de la Estación Transformadora (ET) 500/132 KV de Paraná que según directivos de la empresa Enersa cumple la normativa vigente de protección del medio ambiente, la seguridad y salud de la población circundante a la obra. El gerente general de la empresa Energía de Entre Ríos (Enersa), Silvio Ekkert precisó que la construcción de la planta “asegurará el suministro de energía eléctrica a toda la zona oeste de la provincia de Entre Ríos hasta 2020”.

Ekkert explicó las causas que motivaron la instalación de la planta transformadora de 500 /132 KV en el predio rural ubicado detrás del Vivero Municipal fue, de las opciones evaluadas, “la que ofrece mejores condiciones técnicas, económicas, y de menor riesgo medioambiental”. El funcionario, ingeniero de profesión, destacó que antes de la audiencia pública obligatoria que se efectuó en marzo de este año hubo encuentros con profesionales, vecinos y referentes de áreas académicas para informar acerca del proyecto. “Enersa sub-ejecuta la obra que es de la provincia y no quiere evadir ninguna ley ambiental”, subrayó. Además agregó que el control estará a cargo de técnicos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entidad crediticia que financiará con un préstamo de 60 millones de dólares la construcción de la planta, el Ente Nacional Regulador de la Energía (Enre) y su par provincial, el Epre. Ekkert detalló que el mes pasado, Enersa obtuvo el certificado de conveniencia y necesidad pública para construir la estación transformadora de 500/132 kilovoltios (kV) y líneas relacionadas que garantizará el suministro de energía eléctrica a la zona oeste de la provincia. “Mediante resolución del Ente Nacional Regulador de la Electricidad del 23 de septiembre de este año, el directorio del organismo otorgó el certificado de conveniencia y necesidad pública para la construcción de la Estación Transformadora de 500/132 kV en Paraná y líneas relacionadas que garantizará, a largo plazo, el suministro de energía eléctrica a toda la zona oeste de la provincia de Entre Ríos. “Se trata de una inversión de 60 millones de dólares, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como primera fase del Programa de Desarrollo de la Infraestructura de Apoyo a la Producción que dicha entidad crediticia sostiene con nuestra provincia”, dijo y detalló que “los beneficiarios directos de esta obra son Enersa y la Empresa Provincial de Energía de Santa Fe (EPE SF), quienes participan en el pago del canon correspondiente. Con esta resolución, nuestra empresa quedó habilitada para realizar el llamado a licitación pertinente para la construcción, provisión y montaje de la obra”. Consultado respecto de los posibles daños al ambiente y a la salud que podría ocasionar su instalación, sobre el que alertaron vecinos y organizaciones ambientalistas de Paraná, Ekkert afirmó que “del Estudio de Impacto Ambiental y Social presentado al BID surgió que del análisis comparativo de los valores obtenidos por cálculos los teóricos, se demuestró que todos ellos satisfacen la normativa vigente (resolución secretaría de Energía 77/98) en la República Argentina. Un análisis más preciso indicó que en las condiciones de máxima, el valor calculado para el campo eléctrico asciende al 65 por ciento del máximo permitido mientras que el campo magnético alcanza al 32 por ciento. Para condiciones de operación, el campo eléctrico se mantiene en el 65 por ciento y el campo magnético desciende hasta el 22. Todo se hace bajo la normativa vigente, ya que si no fuera así, el BID rechazaría la solicitud”. La planta estará ubicada a más de un kilómetro y medio de la costa sobre curso navegable de agua y a un kilómetro del más cercano, no navegable, en una zona por donde además ya pasa la línea de 500 kV que proviene de Salto Grande y la de 132 kV que vincula Paraná, El Pingo y Santa Elena. Antes de llegar a la autorización, Enersa tuvo que sortear una acción de amparo que interpuso Aldo Follonier, quien era dueño de las 16 hectáreas donde se construirá la planta, contra el Ente Nacional Regulador de la Energía (Enre), y por la cuál se frenó el proceso administrativo para la construcción de la ET en Paraná. El vecino pidió la nulidad de la audiencia pública del 19 de marzo de 2009, pero la justicia lo desestimó ya que Enersa respondió que “no hubo ocultación de información” y negó que no haya estado -como denunció Follonier- el informe del impacto ambiental. Si bien el funcionario admitió que “faltaba un estudio de base que explica cómo era la situación antes de comenzar la construcción de la planta, éste se agregó luego en tiempo y forma. Como no hubo acuerdo, los terrenos se expropiaron y se realizó un depósito de caución al vecino por un millón de pesos aproximadamente, que es la valuación que efectuó oportunamente el Consejo de Tasaciones de la Provincia”. Ekkert aseguró que “todo se realizó de acuerdo a la ley, tenemos el aval de la municipalidad de Paraná, que también participó de la audiencia pública, y no forzamos la interpretación del código urbano para instalar la planta en ese lugar, porque técnicamente y ambientalmente es el más adecuado, por eso se expropió el terreno”. El profesional también explicó porqué es necesario construir esta obra: “se necesita una mayor disponibilidad de energía; evitar restricciones en el abastecimiento del área oeste de la provincia; no depender más de la energía que viene de Santa Fe y además, no seguir invirtiendo en esa provincia”. En 2007, Entre Ríos invirtió en Santa Fe más de 18 millones de pesos para la repotenciación de la estación Santo Tomé y la instalación de una línea de provisionamiento extra. Para Ekkert, la mayor disponibilidad de energía eléctrica permitirá atender el crecimiento de la demanda pronosticada, ya que la alimentación actual desde Santa Fe permite un máximo de 170 MVA, y quedará saturada en 2012. “La nueva estación transformadora tendrá una disponibilidad inicial de 600 MVA con un horizonte de más de 20 años sin necesidad de hacer otras inversiones”. Y afirmó: “si no se tomaba la decisión de construir la ET Paraná, hubiéramos tenido que ampliar al máximo posible la de Santo Tomé e invertir más de 110 millones de dólares, prácticamente el doble del costo estimado para la concreción de la planta transformadora que se pretende instalar ahora”. El proyecto consiste en la construcción de una estación transformadora de 500/132 kV en un predio ubicado en el Acceso Norte de la ciudad de Paraná. En dicha ET se instalarán dos transformadores de 300 MVA - 500/132 kV. Asimismo, la conexión en 500 kV se realizará intercalando la nueva ET Paraná con la línea existente que une Salto Grande con la ciudad de Santo Tomé, Santa Fe. La operación, control y mantenimiento de la ET Paraná en 500 kV y de los interruptores de campos de acometida relacionados quedarán a cargo de Transener. La operación, control y mantenimiento de la ET Paraná en 132 kV quedará a cargo de Enersa. Fuente: AIM.