Jueves 1 de Diciembre de 2005, 10:15

CGE: Proponen que se reduzca la duración de los módulos

| Cada módulo, hoy de 40 minutos, se reduciría a 30, los docentes emplearían el tiempo restante al trabajo institucional, y los alumnos en otras actividades. Esta es la idea que se analiza en el CGE y se debatirá con los sindicatos docentes.

El Consejo General de Educación (CGE) tiene avanzado un proyecto novedoso para el tercer ciclo —lo que antes se conocía como séptimo grado de la primaria, y primero y segundo años de la secundaria, ahora reconvertidos en séptimo, octavo y noveno años de la EGB III— y que apunta a reducir la carga horaria que hoy tienen los alumnos. La propuesta, ya analizada con los supervisores escolares y a su vez presentada a los sindicatos docentes, prevé reducir un 30 % la cantidad de horas que por día el chico permanece en el aula: así, cada módulo, hoy de 40 minutos, se reduciría a sólo 30 minutos. El tiempo “libre” que resta, se prevé que el docente lo destine al trabajo institucional con sus pares y con los equipos directivos. La idea es habilitar en las escuelas “espacios de encuentro entre los docentes”, así lo llaman en el CGE, con el objetivo de “trabajar, pensar, analizar y proponer” el trabajo pedagógico, y el tiempo “restante” dedicarlo a proyectos institucionales que desarrollan los alumnos. Ya hay un borrador de resolución que pone en marcha las denominadas Orientaciones para nuevos modelos organizacionales que permitan refuncionalizar las instituciones escolares en el tercer ciclo de la EGB”. El artículo tercero de esa resolución dispone que “la hora cátedra en el tercer ciclo de la EGB sea de 30 minutos reloj para los alumnos y se mantenga de 40 minutos reloj para el docente”. La norma, que hoy va a ser debatida en un encuentro provincial de delegados de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), determina además que los 10 minutos reloj que quedan disponibles para el docente deberán ser asignados “al trabajo de equipos institucionales en el abordaje y tratamiento de demandas y prioridades pedagógicas, manteniendo el docente la situación de revista de su designación original en ese curso y/o división”. De todos modos, el CGE prevé que esos cambios no se hagan de forma intempestiva, sino que sean fruto de acuerdos hacia adentro de las escuelas, y “merezcan un ámbito de debate y consenso”. Al respecto, la idea que Educación propuso a los sindicatos docentes es que la utilización de ese tiempo de reflexión se haga “bajo la supervisión de los equipos de conducción institucional, supervisores de nivel y supervisores departamentales”. Ante la consulta, los dirigentes Gabriel Perotti y Cecilia Moya, secretarios gremial y de interior de Agmer, dijeron que la idea, “en principio, es buena, pero habría que ver de qué forma se implementa. No parece fácil llevarla a la práctica por cuanto en la escuela media hay muchos profesores taxi, que tienen sus 36 horas repartidas en distintas escuelas. Esa es una primera dificultad: cómo establecer los espacios de reflexión que no entorpezcan las horas que el docente tiene en otro colegio. Y además está la cuestión de la infraestructura: las escuelas tienen serios problemas de espacio, no hay aulas para desarrollar otro tipo de actividades”. De todas formas, los dirigentes entienden que la propuesta de Educación “apunta a reestructurar el tercer ciclo y a reducir la carga horaria en el ciclo que más carga horaria tiene, y esa carga horaria destinarla a otra actividad en las escuelas”. El cambio que ahora se analiza, dicen en Educación, es fruto de la evaluación integral de la EGB III que se hizo a lo largo de 2004 y que recogió opiniones de docentes, directivos y supervisores escolares. Ese relevamiento arrojó, “como dato sustantivo, la excesiva carga horaria en sus espacios curriculares” en el tercer ciclo, y por eso que ahora se propone la modificación. “Es una propuesta de cambio en el proceso de enseñanza aprendizaje para que los docentes se vuelvan a juntar y reflexionen con los equipos directivos, y trabajen en proyectos alternativos e innovaciones pedagógicas”, explica Víctor Migueles, vocal del CGE. De lo que se trata, afirman en el CGE, es de crear “otros espacios de aprendizaje para aquellos chicos cuyas familias no pueden pagarles actividades extraescolares, como computación o idiomas. Y para eso rescatamos el trabajo que se hace en los Centro de Actividades Juveniles, de los cuales ya hay 39 funcionando en estos momentos”. Es decir, añaden, “no es que queremos que el chico tenga menos horas de clase, sino que haya menos tiempo frente al docente, y más tiempo en otro tipo de actividades también formativas”. Fuente: El Diario.