Martes 22 de Enero de 2008, 08:38

Comienza en Entre Ríos el debate para reformar la Constituci&oa

| Desde hoy los Convencionales Constituyentes electos en octubre pasado comenzarán la tarea de reformar la Constitución de Entre Ríos, tras 74 años del último texto sancionado en 1933. Argentina y el mundo han cambiado, los contextos no son los mismos y en consecuencia las perspectivas e incluso los temores tampoco se asemejan. Pero eso no indica que no estén presentes y generen márgenes de incertidumbre sobre el resultado final.

Después de todo -o antes que nada- se trata de la modernización del instrumento por excelencia que rige la vida de todos los entrerrianos. Y teniendo en cuenta la experiencia inmediata de reformas constitucionales en otras provincias e incluso la historia desde la recuperación de la democracia en Entre Ríos, donde por razones exclusivamente mezquinas del justicialismo y del radicalismo, nunca se pudo reformar la Constitución, hoy más que nunca se debe garantizar que habrá “juego limpio” y que este espíritu reformador no se traducirá en un mero andamiaje para eternizar a los gobernantes en el poder. Nadie duda que el 22 de enero de 2008 ingresará a la historia cuando el gobernador deje inaugurado el período convencional en el Teatro 3 de Febrero y los 45 convencionales comiencen a debatir en las distintas comisiones el contrato social por excelencia que rige a los entrerrianos. Este nuevo rediseño en el instrumento que regula la vida institucional de la provincia es clave, porque justamente le dará sustento y límite a cómo se ejerce el poder desde el Estado. Pero, fundamentalmente, consagra no sólo los Derechos sino también la forma en que deben cristalizarse en la vida diaria. Frente a ello, la ley que convoca a la reforma dejó un núcleo pétreo (que no se puede modificar) y así fijó los alcances y el cometido de la propia adecuación de la Constitución a la modernidad. Y ningún convencional, bajo ningún argumento ni interpretación, podrá violar ese límite. Lo que quedará como inmodificable (y que reconoce como visionario a los constituyentes del ´33) son las Declaraciones, Derechos y Garantías, la seguridad social y la estabilidad del empleo público, como así también el llamado régimen económico y del trabajo, el sistema bicameral, y fundamentalmente “la obligatoriedad, gratuidad y el carácter laico de la educación.