Jueves 15 de Junio de 2006, 15:09

CONSUL URUGUAYO NEGÓ VINCULOS CON LA DICTADURA

| El cónsul uruguayo en Gualeguaychú, Arisbel Arnoldo Arocha, negó haber estado vinculado con la represión durante la dictadura militar, aunque reconoció haber prestado servicios en la embajada uruguaya en Argentina entre 1975 y 1977.

Organismos de derechos humanos lo habían acusado de manejar listas de personas requeridas por la dictadura uruguaya y lo responsabilizan de los posteriores asesinatos de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz. Los argumentos se basan en el testimonio de un sobreviviente que estuvo en el centro clandestino de detención Automotores Orletti. No obstante, el canciller uruguayo Reinaldo Gargano señaló que “no se removerá al cónsul”. “He prestado funciones en esos años, es cierto”, reconoció el cónsul uruguayo en una entrevista, aunque negó las denuncias de que manejaba listas de militantes políticos requeridos por la dictadura uruguaya y de su eventual vinculación en los posteriores asesinatos de Zelmar Michelini y de Héctor Gutiérrez Ruiz. El diplomático de 61 años, quien se autodefinió como un “profesional de carrera” de la Cancillería uruguaya, al recordar que ingresó a ese cuerpo en 1967 y llegó a la sede diplomática en Buenos Aires en mayo de 1975; pero insistió en negar los cargos que se le imputan y aseguró que esa situación “no tiene nada que ver” con él porque “eso fue antes de que yo estuviera en Buenos Aires”, dijo en declaraciones que reproduce Télam. Según dijo, mientras estuvo en Buenos Aires hizo “todo lo posible” para ayudar a los uruguayos que residían en Argentina y que eran perseguidos por la dictadura oriental: “En esa época, el consulado tenía sus puertas abiertas a todo compatriota para que pudiera presentar sus preocupaciones”, y alegó que desde el consulado en Buenos Aires se brindó asistencia a los familiares de las víctimas y que por eso no se siente responsable: “Un porcentaje altísimo de las cosas que pasaban en ese momento, no eran fáciles de conocer”. Asimismo, se mostró convencido de que “en la Justicia se conocerá la verdad de las cosas, si es que tengo que comparecer”, al tiempo que dijo estar “sorprendido” por la información aparecida ayer en la prensa, porque siempre tuvo una “correcta relación con las autoridades argentinas”. Además, indicó que no le teme a los vecinos de Gualeguaychú porque no tiene elementos para suponer alguna “represalia” en su contra: “No puede haber nada contra mi tarea, porque desde que llegué, todo se ha desarrollado con normalidad”, manifestó. Cabe informar que la causa en la que aparece su nombre vinculado con la dictadura militar uruguaya está en manos del juez federal Daniel Rafecas, aunque el canciller uruguayo Reinaldo Gargano señaló que “no se removerá al cónsul” porque considera que no existen pruebas de que haya sido cómplice de la dictadura en los años ‘70. Fuente: Télam.