Jueves 3 de Enero de 2008, 09:58

Cuando no se respetan normas esenciales de tránsito

| Es verdad que en algunos lugares el mantenimiento de vialidad provincial deja que desear con pastizales que no permiten ver qué ocurre detrás de ellos, o con calles en subida que también perjudica la visibilidad y hasta garitas ubicadas peligrosamente cerca de la ruta.

Tal vez, y solo tal vez, si estas cuestiones hubieran sido atendidas en horas del medio día en las denominadas 4 bocas sobre la Ruta 20 -a la altura de Escriña- no hubieran chocado Marcelo Delcanto (44 años) y Gustavo Berardo (39 años), o las condiciones óptimas hubieran atenuado el impacto. Pero también hay que tener en cuenta que muchos lugareños insisten en "entrar como vienen" a la ruta, sin respetar algo tan esencial como detenerse y ceder el paso antes de ingresar a la misma. Esta situación se vive a menudo en toda la zona, y no es el primer "accidente" que ocurre por este motivo. Vehículos en condiciones lamentables que ni siquiera poseen luces (no es este el caso), o maquinaria que se desplazan a velocidades extremadamente lentas sin las medidas mínimas de precaución son otros de los motivos que provocan innumerables inconvenientes en las rutas provinciales. Volviendo a este caso puntual, Delcanto quien conducía una Peugeot Partner volvía a Urdinarrain proveniente de Basavilbaso, lugar al que había ido temprano a buscar un repuesto; Berardo -conductor de una Ford Ranger- transitaba una calle de tierra proveniente de la zona de la estancia Santa Clara e ingresó a la ruta para dirigirse también a Urdinarrain. En la intersección se encontraron las dos camionetas y a pesar de las maniobras evasivas colisionaron, aunque la peor parte la llevó la Partner conducida por Delcanto que chocó contra la parte posterior de la garita, cuestión que provocó el vuelco de este, despidiendo al conductor de su interior. Delcanto fue trasladado en primera instancia al Hospital Manuel Belgrano y luego derivado al “Centenario” de Gualeguaychú con politraumatismos, fractura de tibia y peroné, conciente y estabilizado. Por el lado de Berardo, estuvo 2 horas en observación y luego se le permitió ir a su casa. Los vehículos se encuentran en la comisaría de Escriña lugar que cuenta con un solo agente que casualmente está de vacaciones; un tema más a ser atendido ya que la policía lejos estará de poder hacerse responsable de que no le falte el estéreo o alguna rueda a estos costosos vehículos que -de manera incomprensible- quedaron a custodia de un edificio en vez de ser trasladados a Urdinarrain que esta a solo 9 kilómetros del lugar. Fuente: Javier Vilaboa, corresponsal diario El Día.