| Para esa fecha está previsto el amarre del primer buque de ultramar, en un enclave situado sobre la margen izquierda del río Paraná Guazú. La terminal portuaria, para la que se invirtieron 38 millones de dólares, será operada por Guazú SA, de capitales argentinos. Un directivo de la firma, invitado por Corporación del Desarrollo, presentó el emprendimiento.
Bajo el nombre Terminal Portuaria del Guazú SA., comenzará a operar en febrero próximo el primer puerto privado de Entre Ríos, construido en Villa Paranacito, departamento Ibicuy, a la altura del kilómetro 178 sobre la margen izquierda del río Paraná Guazú.
Nicolás Soldatich, gerente de relaciones institucionales de Guazú SA., hizo el martes una presentación del emprendimiento, en Corporación del Desarrollo de Gualeguaychú.
“Es el primer puerto privado de ultramar de Entre Ríos”, recalcó el directivo. Lo hizo al explicar la novedad del proyecto, que necesitó una inversión primaria de 38 millones de dólares.
“En los últimos diez años, ninguna empresa en esta provincia hizo una inversión parecida a la que hicimos nosotros entre 2005 y 2006”, recalcó Soldatich, con relación al dinero puesto en suelo entrerriano.
"En los dos años se planea invertir 50 millones de dólares”, agregó tras indicar que está prevista una segunda etapa de obras. “Se trata de un puerto construido sobre pilotes, en una zona que antes era un bañado”, indicó al destacar que la terminal portuaria, en su primera fase, quedará lista para operar en febrero de 2007.
Para ese mes está previsto que amarre el primer buque de ultramar, en un muelle de 200 metros de largo, de un calado natural de 37 pies. Por su excelente ubicación geográfica, el nuevo puerto privado permitirá el trasbordo directo a buques de ultramar de hasta 264 metros de eslora.
De esta manera, según explicó Soldatich, se quiere atraer las cargas que por diversos motivos actualmente se derivan a puertos de Rosario, Buenos Aires, o Nueva Palmira (en Uruguay).
La nueva terminal portuaria está destinada, así, a la recepción de carga y descarga de buques de ultramar para diversos productos agrícolas, forestales, minerales y carga en general, tanto de importación como de exportación.
Guazú SA. es sólo uno de los nombres de una compañía que reúne a capitales argentinos, que tienen diversificada su inversión en otros negocios. De hecho cuenta con otra estación portuaria en Lima, provincia de Buenos Aires. Y bajo el nombre de “El Solar de Victoria”, tiene un country náutico que funciona en la ciudad entrerriana de Victoria.
Según Soldatich, la elección de Entre Ríos para construir un puerto privado no fue un capricho empresarial. Al respecto, recalcó que la región del sur entrerriano se transforma en una “salida natural” de las producciones de la Mesopotamia, el norte del país y suroeste de Paraguay y Bolivia.
La presencia en la región del puerto de Ibicuy, de dominio provincial, refuerza esta posición estratégica. En este sentido, Soldatich comentó que la reactivación del puerto de Ibicuy no aparece como una competencia dañina para el nuevo puerto privado.
“Al contrario, significará consolidar una región con servicios portuarios”, llamada a disputarle supremacía a los puertos de Rosario, Buenos Aires y Nueva Palmira.
El directivo comentó que el nuevo puerto, por sus características, es único en toda la hidrovía Paraná-Paraguay. Con un muelle de 37 pies de calado, sin necesidad de dragado, se erige como una terminal portuaria de una profundidad natural excepcional a nivel mundial, apta para barcos de ultramar.
Otra de sus grandes ventajas comparativas, indicó Soldatich, es el hecho de que el puerto es epicentro de las principales vías de comunicación. El ferrocarril, los camiones, y las barcazas confluyen hacia este nodo. Lo que convierte al puerto en un formidable punto para la captación de carga.
Las principales rutas nacionales de la Argentina se concentran en el sur entrerriano. Asimismo, el tendido de la red ferroviaria llegará el pie del muelle del nuevo puerto.
La Terminal del Guazú, contará “con una conexión de la trocha media del ferrocarril Mesopotámico que va a Paraguay, Brasil y Uruguay, con la trocha ancha del Nuevo Central Argentino que une el centro y norte del país, a tan sólo 30 kilómetros de nuestro puerto, y a no más de 42 kilómetros del General Belgrano de Cargas, que llega hasta Bolivia”, precisó Soldatich.
“No hay otra región en el país que tenga estas características: confluencia de ferrocarriles, confluencia de rutas y de autovías, y acceso a las principales vías de navegación de la Argentina”, resumió en diálogo con El Día.
