Lunes 9 de Mayo de 2005, 11:53

Deuda de Edeersa: el gobierno profundizará la investigaci&oacut

| Cualquiera sea el resultado del encuentro con el embajador norteamericano, el Gobierno provincial piensa profundizar la investigación sobre Edeersa. La misma estará centrada en el destino real de los U$S 85 millones en créditos tomados y la eventualidad de que el fideicomiso se hubiera constituido para deducir impuestos en los Estados Unidos.


Después de declarar la caducidad de la concesión de Edeersa y la puesta en marcha de Energía de Entre Ríos SA, el Gobierno se estudia la chance de conformar un equipo integrado por especialistas dispuestos a cobrar contra resultados, para que profundicen la investigación sobre movimientos económicos puntuales: el destino real de los 85 millones de dólares en créditos oportunamente tomados y la eventualidad de que el fideicomiso se hubiera constituido para deducir impuestos en los Estados Unidos, sacando provecho de una legislación que tiende a asistir a las inversiones que entran en situación de crisis. La audiencia del miércoles con el embajador estadounidense en la Argentina, Lino Gutiérrez, es parte de una misma estrategia. La comitiva oficial, integrada por el gobernador Jorge Busti, el secretario de Energía, Carlos Molina, y el secretario Legal y Técnico, José Laporte, le planteará al diplomático que, ante todo, la decisión de declarar caduca la concesión no persigue especialmente afectar las inversiones norteamericanas. Pero, inmediatamente, documentación en mano, expondrán dudas, indicios y certezas en torno al manejo irregular de la deuda, aspecto que involucra también a los acreedores: el grupo Ashmore. Independientemente de la posición que asuma el embajador Gutiérrez, la Provincia tiene resuelto avanzar hasta las últimas consecuencias en materia de investigación de presuntos ilícitos. Por fuera de estas disquisiciones, el Gobierno ha fijado una serie de prioridades más bien operativas para Enersa: a) prestar un servicio de calidad; y, b) recuperar los deprimidos niveles de inversión. Si el panorama se mira desde la perspectiva de los frentes de conflicto abiertos, el Estado tiene la necesidad de demostrar lo que el doctor Busti prometió: que Enersa no será una nueva Epeer y, al mismo tiempo, que la distribuidora funcione, manteniendo la calidad del servicio. Los otros dos frentes lo constituyen: I) los accionistas, a quienes en los próximos 120 días debe sopesársele la indemnización (32 años restantes de concesión más los bienes transferidos a Enersa) con los daños y perjuicios provocados por el incumplimiento del contrato; y, II) los dueños de los papeles de deuda, que ya alcanza los 100 millones de dólares, quienes de alguna forma buscarán al menos recuperar algo de lo que invirtieron. Cualesquiera fueren los reclamos judiciales, el fuero local sería el ámbito habilitado. Por otro lado, la actualización tarifaria no es una variable que intervenga en la ecuación empresaria de Enersa ni en sus perspectivas de capitalización durante 2005. Sí, en cambio, la alianza con Enarsa que, por ejemplo, podría producirse a partir del financiamiento de emprendimientos de notable importancia como la repotenciación de la estación transformadora de Santo Tomé (provincia de Santa Fe), la construcción del cierre norte o la mejora en el abastecimiento para el centro provincial. Aparentemente, el propio Busti habló del tema con el presidente Néstor Kirchner, luego de la audiencia que compartieron con Tabaré Vázquez, por la instalación de la celulosa en Fray Bentos. El acuerdo estaría al caer, por la sencilla razón de que inversiones sumamente onerosas para Entre Ríos tienen un impacto mínimo para el volumen de las previsiones presupuestarias nacionales y, además, Enarsa está buscando cómo dejar de ser una marca, un cascarón vacío, un mero símbolo de buenas intenciones, para insertarse de una vez en el mercado. Fuente: El Diario