| La Prefectura Naval Argentina rindió homenaje a hombres de sus filas que ofrendaron sus vidas en el Conflicto del Atlántico Sur. Uno de ellos fue el cabo primero Julio Omar Benítez, oriundo de Basavilbaso, quien falleció el 22 de mayo de 1982 mientras combatía en el Guardacostas DC-83 Río Iguazú, contra aviones ingleses. El artillero Benítez fue abatido luego de derribar un See Harrier y sus restos descansan en el Cementerio de Darwin.
Veinticuatro años después del suceso y luego de casi un año de tratativas, sus compañeros de la Promoción 17, lograron que la institución impusiera su nombre a un destacamento del sur argentino, que fue rebautizado a fines de junio durante los festejos del 196 aniversario de Prefectura.
Para el acto de renombramiento del destacamento Mackinlay, ubicado en la isla Gable sobre el Canal de Beagle, fue invitada la hermana del héroe de Basavilbaso, Viviana Benítez, también integrante de la fuerza.
Ella es una incansable luchadora por los derechos de los ex combatientes y jamás bajó los brazos en su cruzada. Viajes a las islas y su constante actividad la llevaron a lograr sus objetivos y su tarea aún no finalizó.
Viviana Benítez viajó a Tierra del Fuego, donde la esperaron sus camaradas y compañeros de promoción del héroe. Allí participó de los honores rendidos a su hermano y al cabo segundo Jorge Eduardo López, también muerto en un combate naval.
La ceremonia tuvo lugar en el Polideportivo Augusto Lasserre de Ushuaia, presidida por el prefecto mayor Eduardo Argerich. Se dio lectura al discurso del prefecto Nacional Naval, Carlos Eduardo Fernández, e hizo uso de la palabra el ayudante de primera Natalio Sarno, compañero de Benítez, quien destacó la personalidad del camarada caído en Malvinas, y manifestó su alegría de contar en ese acto con la presencia de un familiar directo.
Tras las palabras se realizó el descubrimiento de placas que posteriormente fueron llevadas hasta los destacamentos más australes del país.
Viviana Benítez explicó los momentos vividos junto a los compañeros y amigos de su hermano. “No puedo explicar lo que sentí cuando llegué a Ushuaia y sobre todo cuando pisé la Prefectura que hoy lleva el nombre de mi hermano. Miré una y otra vez el cartel frente al edificio y temblé cuando colocamos las placas de bronce”, señaló.
Viviana no hizo más que destacar su agradecimiento para con todos los integrantes de la Prefectura Naval, sobre todo aquellos que integran la Prefectura Ushuaia. Ella fue quien inauguró el Libro de Visitas de Honor. “No sabía qué escribir. No me salía una palabra”, dijo.
Benítez destacó la importante labor que realiza el Centro de Veteranos de Guerra de Tierra del Fuego, causa por la cual ella misma lucha desde hace muchos años.
Todavía falta mucho camino por recorrer y numerosos argentinos que defendieron la patria en esas frías aguas y heladas tierras, esperan el reconocimiento de toda la población y miran con dolor que la celeste y blanca flamee insistentemente sólo en acontecimientos deportivos como lo fue el mundial de fútbol.
Fuente: Pablo Bianchi de la redacción del diario Uno.
