Judiciales | Un sujeto acusado de exhibiciones obscenas, abuso sexual simple, amenazas e intento de robo en la zona de la Terminal de ómnibus de Basavilbaso fue condenado a siete años de prisión efectiva.
Una condena que se puede considerar ejemplificadora, fue la que se le aplicó a un sujeto de la ciudad de Basavilbaso, acusado de exhibiciones obscenas, abuso sexual simple, amenazas e intento de robo.
Se trata de Juan José Cagnoni de unos 28 años, quien fuera denunciado por masturbarse frente a mujeres y manosear a jóvenes en la vía pública, causas que llevara adelante el Fiscal Juan Pablo Gile.
El Tribunal unipersonal integrado por el doctor Rubén Chaia, condenó a este depravado a la pena de siete años de prisión efectiva y multa, declarándolo reincidente por sus antecedentes, debiendo permanecer detenido con prisión preventiva, hasta tanto la condena quede firme, nos informó desde La Histórica Pablo Bianchi.
En enero de 2015 efectivos de la Policía local, alertados por un llamado telefónico, efectuaron un procedimiento en inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de Basavilbaso (Av. Urquiza y Neyra), donde un sujeto se quizo propasar con tres mujeres.
El móvil -JP 1339- con los funcionarios, Sargento Mauricio Pereyra y Sargento 1º Sergio Madera, lograron individualizar al sujeto -gracias a los aportes de las tres jóvenes que lo identificaron por las vestimentas que levaba y lo señalaron como la persona que estaba realizando demostraciones obscenas en la vía pública- y ante la presencia de los uniformados comenzó a insultar y faltar el respeto a los Policías, que de todos modos -según testigos presenciales- insistían en solicitarle que desistiera de su accionar, pero al hacer caso omiso fue reducido y aprehendido.
Los Policías, no sin esfuerzo, condujeron al hombre al móvil y lo trasladaron de inmediato a la sede de la Comisaría, donde se comprobó que se trataba de Juan José Cagnoni, condenado por un grave delito (abuso sexual) que purgaba en la UP 9 de Gualeguaychú y que el Juzgado de Ejecución de Penas Nº 2 de esa ciudad le permitía gozar de salidas transitorias, modalidad socio-familiar.
En cumplimiento de disposiciones legales fue trasladado al hospital "Sagrado Corazón de Jesús" para que se le realizara el examen físico de rutina, pero al ingresar al Consultorio de Guardia nuevamente la situación se puso tensa, negándose a ofrecer sus datos o dejarse realizar algún tipo de revisión, al punto que forcejeó con los efectivos policiales que custodiaban y le propinó un cabezazo en el rostro del Sargento Eduardo Godoy y otro -también en el rostro- al Cabo Pérez Carlos, agravando su situación ya que al expediente por los antes relatado se le suma el supuesto delito de resistencia a la autoridad y lesiones.
De la violenta situación vivida en el hospital el Cabo Pérez fue el que sufrió la peor parte, ya que al regresar a la sede de la Comisaría se descompensó y debió ser trasladado nuevamente al hospital, donde se constató que había perdido el conocimiento, producto de la contusión que le ocasionó el cabezazo que había recibido en su rostro. Afortunadamente su recuperación fue satisfactoria, tras guardar reposo.