Miércoles 2 de Abril de 2008, 21:30

El campo suspende el paro por 30 días

| Las entidades rurales suspendieron hoy por 30 días el paro agropecuario que mantuvieron durante 3 semanas, pero alertaron que permanecerán en "estado de alerta y movilización" y que volverán a bloquear rutas si no les satisfacen las políticas que aplique el Gobierno Nacional durante ese plazo.


De esta forma, quedaron definitivamente liberadas las rutas y en pocas horas se normalizará el abastecimiento de productos en las ciudades, cuyo faltante llevó angustia a los hogares argentinos. Con la normalización de los mercados debería también registrarse la baja de precios que se dio en las últimas semanas debido a la escasez en las bocas de expendio. Durante un multitudinario acto realizado en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú -donde se realizó el corte más fuerte, en la Ruta 14-, los hombres del campo levantaron el paro y consideraran un gran triunfo la cohesión de las entidades, como así también el respaldo popular que recibieron durante todo este tiempo. Y anticiparon que seguirán en la lucha hasta conseguir los objetivos planteados durante esta protesta a la que calificaron de "histórica". "No nos vamos a quedar quietos. Vamos a seguir presionando", afirmó Mario Llambías, titular de Confederaciones Rurales (CRA), frene a los miles de productores que llegaron de diversos puntos del país. Y advirtió: "No queremos que nos vuelvan a versear, sino vamos a volver a las rutas". El titular de CRA aclaró que el campo decidió "suspender el paro de comercializaciones por un término no mayor a 30 días", para "analizar una agenda". Los ruralistas adoptarán un "estado de alerta y movilización" y solicitarán al Gobierno una "una mesa de política agropecuaria que trabaje permanentemente". Llambías fue el encargado de oficializar los puntos centrales de la proclama, pero también los titulares de la Sociedad Rural, Federación Agraria (FAA) y Coninagro fueron los oradores centrales durante el acto que duró unas 2 horas. También hablaron los líderes de la Asamblea de Productoers Autoconvocados Juan Echevería y Alfredo De Angeli, y ambos utilizaron duros términos contra la presidenta Cristina Kirchner. Por su parte, Eduardo Buzzi, presidente FAA, sostuvo que el desabastecimiento de alimentos, que generó el paro, "es una consecuencia no un objetivo". Y cuestionó el sistema de retenciones a las exportaciones, porque "no es cierto que sean un sistema que amortigüen los precios internos", porque "sino cómo explican que los alimentos sigan aumentando". Las medidas de fuerza comenzaron el 11 de marzo, cuando el Gobierno aplicó un sistema de retenciones móviles sobre los granos, que por lo precios de ese momento, generaron un aumento en el impuesto para la soja y el girasol de 9 puntos porcentuales. El presidente de la SRA, Luciano Miguens, aseguró que "la medida de la soja fue el detonante, pero había muchos temas para tratar". "No somos golpistas, no somos oposiciones ni tenemos líderes políticos", afirmó, en respuesta a acusaciones y asociaciones que horas antes había realizado la presidenta Cristina Kirchner. El miércoles, la mandataria había encabezado un acto en la Plaza de Mayo, con sindicatos y sectores aliados al Gobierno, para contrarrestar la protesta del campo. A comienzos de semana, el Ministerio de Economía anunció medidas que benefician a pequeños productores, aunque no modificó el cuestionado sistema de retenciones móviles. Durante el acto en Gualeguaychú, los dirigentes rurales propusieron a los productores "que vendan granos en sólo lo necesario, mientras no les paguen lo que corresponde". De esta forma, mantienen vigente ciertas restricciones en la venta, en reclamo por el precio de venta que perciben, respecto de los valores de cotización en el exterior. El titular de Coninagro, Fernando Gioino, instó al Gobierno a "ir por una política agropecuaria definitiva" y destacó: "Basta de corto plazo". Los discursos, tanto desde el Gobierno como desde el Campo, continúan con un alto contenido de confrontación, pese a que se haya destrabado, en parte, el conflicto que llevaba tres semanas. Las pérdidas que el paro generó aún no pueden calcularse de forma definitiva, aunque el impacto se sintió en diferentes clases de alimentos.