Sábado 12 de Mayo de 2007, 13:38

El lunes ingresa a Diputados el proyecto que habilita la Reforma

| El gobernador Jorge Busti elevará el lunes a la Legislatura el proyecto de ley que declara la necesidad de reformar la Constitución provincial. Hay expectativa por la actitud de los legisladores radicales porque sus diputados participaron de la redacción de la norma, pero no se sabe si la votarán.

El gobernador Jorge Busti elevará el lunes a la Legislatura el proyecto de ley que declara la necesidad de reformar la Constitución provincial. Lo hará luego de que en la reunión de Gabinete se informe de los pormenores que habilitaron los consensos necesarios para arribar al texto final del proyecto. Ese mismo día, a las 11, brindará una conferencia de prensa para referirse a la reciente misión comercial a la India, aunque seguramente la marcha de la habilitación de la Reforma será el tema más atractivo para el periodismo. El gobernador ha dicho que si bien no maneja los tiempos legislativos, espera que la Reforma se trate en Diputados durante la semana, es decir, antes del congreso partidario del radicalismo previsto para el sábado 19, en el cual la UCR instruiría a sus legisladores sobre la postura a adoptar frente al planteo reformista. La situación tiene sus matices. Por un lado, el oficialismo no tiene ninguna garantía de que el congreso radical se pronuncie a favor de la Reforma, o que no decida condicionarla a situaciones de casi difícil o imposible cumplimiento. Pese a que en un reciente cónclave radical más de 100 dirigentes respaldaron lo hecho hasta el momento por sus legisladores, la conducción del partido -en manos de Raymundo Kisser- no fue capaz de brindarle garantías al oficialismo de que esa situación se repetiría en el congreso. Es más, el propio presidente del Comité Provincial, en vez de enviar señales de tranquilidad al oficialismo para que este espere el congreso, forzó en alguna medida la decisión de acelerar el tratamiento de la ley ya que sumó condicionamientos, señalando que otro requisito del radicalismo era que la elección de convencionales no se haga con la presidencial del 28 de octubre, tal como lo plantea el gobierno. Esta postura del titular del radicalismo no fue acompañada por casi ningún otro dirigente porque se sabe que el oficialismo cuenta con los votos para habilitar la Reforma, aún sin el consenso de la totalidad de los diputados radicales. Pero además se reconoce que en la redacción del proyecto legislativo que Busti presentará, los radicales tuvieron un rol determinante, por lo que constituye una verdadera incógnita saber qué actitud tomarán los legisladores de la principal fuerza opositora si el proyecto se somete a votación antes del congreso radical, o si esta instancia partidaria se pronunciara en contra de la reforma. Sólo el jefe de la bancada radical, Fabián Rogel, ha dicho públicamente que “por disciplina partidaria” votaría en contra, aunque consideró que sería un rol “muy pobre” de la oposición dado que el proyecto que se presentará tiene el aval de todas las fuerzas legislativas de la Cámara. Sin embargo, el legislador señaló que no cree que todos los diputados radicales adopten la misma postura, y sostuvo que un pronunciamiento de algunos sectores partidarios serviría de aval a los legisladores radicales para pronunciarse sobre la iniciativa. Lo dicho por Rogel es, ni más ni menos, que producto del reconocimiento de que la necesidad de la Reforma se puede aprobar aún sin los votos radicales, y que después le será más complicado a ese partido encarar la campaña para la elección de convencionales si en la Legislatura votó en contra de una Reforma, con la que está de acuerdo, ya que participó en la redacción del proyecto. Aunque la mayoría de los dirigentes del centenario partido opinan públicamente que el congreso será tranquilo, en estricto off the record reconocen que el oficialismo tiene motivos para estar nervioso al respecto. Sucede que la mecánica de los congresos es incontrolable y en deliberaciones numerosas el orador más exaltado suele ser capaz de volcar en contra una inicial opinión favorable, y mucho más si para ello recurre a argumentos como los utilizados en los días previos al congreso de 2005, en los que abundaron entre los radicales acusaciones de “estar comprados” por el oficialismo. Sin dudas, la definición de este escenario repercutirá en la definición de la interna de ese partido y, consecuentemente, en las candidaturas para la elección de legisladores nacionales de octubre. Otros sectores legislativos también han planteado condiciones para el tratamiento de la Reforma. El caso más claro es el de la Concertación Entrerriana, que reclama la sanción de la denominada Ley de Reforma Política (aunque en rigor son sólo algunos cambios a las prácticas electorales), aunque a la luz de lo discutido en la última reunión de labor parlamentaria de Diputados (el jueves) no sería intención del bloque obstruir el proceso de la Reforma. Esta posición es clara sobre todo en el caso de Beatriz Montaldo, que mantiene invariable su postura reformista, siempre y cuando se respeten todas las opiniones. Igual postura mantienen otros diputados, tal el caso de Oscar Grilli y Antonio Mainez (del bloque Integración) o de Juan Domingo Zacarías (Movimiento Social Entrerriano); una condición que se supone cumplida dado que el proyecto de declaración de la Reforma fue suscripto por todos los actores legislativos. Varios dirigentes radicales esperan con ansiedad la definición que adopten los diputados de ese partido. Dando como un hecho que la Reforma se aprobaría con o sin los radicales, se trabaja en el armado de un esquema que contenga a la mayor parte de la dirigencia radical, porque se estima que ante el claro decaimiento de la Concertación Entrerriana y la “desaparición” del solanismo, la UCR se consolidará como segunda fuerza y recuperará votos opositores que en marzo acompañaron a Emilio Martínez Garbino o a Julio Solanas como candidatos a gobernador. Para hacerlo, necesita partir de la “base radical” fuertemente unida, por lo que las listas de candidatos a legisladores nacionales de octubre serían encabezadas por los ex precandidatos a la gobernación Gustavo Cusinato y Arturo Vera. En tanto que para la lista de candidatos a convencionales constituyentes suenan los nombres de Carlos Cecco (Federación), Raymundo Kisser (Paraná campaña), Guillermo Vázquez (Uruguay), Horacio Giorgio (Concordia), Alba López (Feliciano), Fabián Rogel (Paraná), Rodolfo Parente o Mario Monje (Diamante) y hasta el ex senador Juan Ghiano (Nogoyá) como muestra “de unidad total” en el partido. La eventual lista de convencionales de peso político tendría un contrapeso de candidatos “técnicos” como los abogados Jorge Campos, Luis Brasesco o Jorge D’Agostino. De esta forma se buscaría cerrar una lista que optimice el “desarrollo territorial” de la UCR . Evalúan en el radicalismo que ya son parte del pasado los argumentos que indicaban que no se podía habilitar la Reforma a pedido del justicialismo porque este partido haría de Entre Ríos una provincia feudal, sin resguardar las garantías de la Constitución vigente. Fuente: diario Uno.