Jueves 28 de Marzo de 2013, 11:16

El Obispo Lozano presidió la Misa Crismal de la diócesis

| Este miércoles Monseño Jorge Lozano presidió en la Catedral San José de Gualeguaychú la tradicional Misa Crismal. De la celebración, un verdadero acontecimiento diocesano, participó todo el clero como así también delegaciones de todas las parroquias de la diócesis para retirar los óleos.

La Misa crismal fue concelebrada por el Obispo con los presbíteros de las diversas zonas de la diócesis, y dentro de la cual se consagró el Santo Crisma y bendijo los otros óleos. Con el Santo Crisma consagrado por el Obispo, son ungidos los nuevos bautizados y son signados los que son confirmados. Con el óleo de los catecúmenos se prepara y se dispone a éstos por el bautismo. Finalmente, con el óleo de los enfermos, éstos son aliviados en su enfermedad. La liturgia cristiana ha hecho suyo el uso del Antiguo Testamento, según el cual los reyes, sacerdotes y profetas eran ungidos con el óleo de la consagración, pues ellos prefiguraban a Cristo, cuyo nombre significa precisamente "Ungido del Señor". "De manera semejante el santo crisma significa que, por el bautismo, los cristianos fueron injertados en el Misterio Pascual de Cristo, han muerto, han sido sepultados y resucitados con Él, hechos partícipes de su sacerdocio profético y real. El Crisma es también un signo de la unción espiritual del Espíritu Santo que les es dado a los cristianos en la confirmación. El óleo de los catecúmenos prolonga el efecto de los exorcismos ya que fortalece a los bautizados para que puedan renunciar al demonio y al pecado, antes de acercarse a la fuente de la Vida para renacer en ella. El óleo de los enfermos cuyo uso atestigua el apóstol Santiago, sirve de remedio para las enfermedades del cuerpo y del alma y permite a los enfermos soportar con fortaleza, combatir sus males y alcanzar el perdón de sus pecados. Durante la celebración los sacerdotes también realizan la renovación de las promesas que efectuaron el día de su ordenación. Al final de la misa el Obispo entregó los óleos a cada una de las comunidades parroquiales de la diócesis.