El Palmar ya tiene los miradores para avistaje

Stur comentó que el convenio entre la secretaría de Turismo de la nacional y Aves Argentina permitirá la construcción de seis observatorios en Argentina, dos de ellos en Entre Ríos. “Son dos porque el gobierno provincial aportó más dinero, de lo contrario hubiera sido uno sólo”, afirmó el funcionario, quien destacó que el año próximo estará disponible un aporte para la construcción de otros dos miradores en el pre-delta. La intención es potenciar la visita a los montes, a los humedales u otras alternativas que se puedan dar en el marco de la sustentabilidad. El ámbito más rico para el observador es el llamado ripario, es decir lagunas y bañados con gran cantidad de aves conspicuas y gregarias, como las cigüeñas, los chajaes, garzas, teros y cuervillos de cañada. Pero el monte y el palmar posibilita también alimentos y nidificación a numerosas especies llamativas como los carpinteros, representados con especies en el área, cardenales rojo y cardenillas, cardenal amarillo, pepiteros y ratuchas. Los miradores de El Palmar, ubicados uno en la zona boscosa y otra en la de playa, tienen un lugar resguardado con láminas en las que se describe cómo se realiza la observación. “Los observadores miran sin molestar, porque se ubican en una casilla cerrada”. El funcionario destacó también que para 2009, la subsecretaría de Turismo prevé para aquellas zonas que tengan control y áreas naturales protegidas “trabajar con organizaciones y privados, para construir otros observatorios en forma mixta, siempre y cuando se resguarden ciertas cuestiones que exigimos”, aclaró. [b]A la caza de avistadores[/b] La provincia tiene un programa de ecoturismo para la observación de la flora y la fauna, para el cual consiguió financiamiento. “El objetivo es generar conciencia de lo que existe en flora y fauna en Entre Ríos, pero fundamentalmente, incorporar el segmento de avistaje, constituido por 45 millones de personas en el mundo”. Económicamente, el avistaje es muy rentable. Stur señaló que “lo practican grandes empresarios y jubilados jóvenes, que se dedican a la observación de la flora y de la fauna, más allá de lo científico”. Argentina es uno de los países con mayor cantidad de aves para observar y Entre Ríos, en cuyo territorio se encuentran más de 400 especies, es un paraíso para los observadores. [b]Inserción en el mercado mundial[/b] El año que viene, la provincia buscará insertarse en el mercado internacional. Para ello prevé participar de las dos ferias internacionales de Birdwatching, a las que asisten periodistas especializados, avistadores de todo el mundo y agencias de turismo vinculadas al tema. “La idea es participar con folletería, difusión y promoción. Con los observatorios y la documentación que precise qué tipos de aves y dónde se pueden observar en la provincia, estamos convencidos que podremos captar una parte importante de ese segmento”. [b]El Palmar, un desafío a los sentidos[/b] La flora y fauna del parque nacional El Palmar de Colón dilatan el tiempo y deslumbran los sentidos de los 130.000 visitantes que tiene anualmente. Ante el crecimiento de turistas, desde la intendencia plantean un plan ambicioso de infraestructura que contenga la demanda de quienes prefieren el contacto con la naturaleza al cemento de las metrópolis. En el parque existen varios tipos de ambientes naturales con su flora y fauna particulares. Los más contrastantes son los palmares, que crecen en terrenos altos, y la selva en galería, que nace a orillas de arroyos y del río Uruguay, el cual arrastra semillas provenientes de la selva subtropical y prosperan en sus afluentes. Si bien el espíritu del parque reside en sus impactantes paisajes naturales, las sorpresas no concluyen allí, ya que tras recorrer espesos senderos se encuentran las ruinas de La Calera, sitio histórico que data de 1700. Mirando hacia el Uruguay, las ruinas narran diferentes etapas de la historia de Latinoamérica: la llegada de los jesuitas y su posterior expulsión; la revolución de Mayo; las andanzas del caudillo entrerriano Justo José de Urquiza y el paso de terratenientes; hasta que en 1966 se declaró patrimonio del Estado nacional. En diálogo con AIM, intendente del parque, Aristóbulo Ángel Maranta, comentó que desde 1989 se presenta un incremento que supera el 300 por ciento: “Aquí entraban 30.000 visitantes y hoy en día hay 130.000”, ilustró. Además, indicó que aunque la mayoría de los visitantes son argentinos, la proyección es que el flujo de turistas continúe creciendo debido a la construcción de la autovía mesopotámica. Con el panorama trazado, “hay varios emprendimientos para reorganizar el uso público, porque la infraestructura con la que se cuenta es de más de 20 años y porque se observa la necesidad de un desarrollo regional, conservando la naturaleza y sosteniendo una relación con ella”. Al respecto, mencionó que la Intendencia articula acciones con los integrantes de la micro región Tierra de Palmares, por lo que se realizará un centro de informes en la entrada, para que el visitante pueda interiorizarse sobre lo que verá en el parque y en la zona. “Mucha gente viene primeramente al parque y es bueno que se encuentre con las alternativas de la micro región, particularmente, los lugares poco conocidos que intentan desarrollarse como los pueblos de Arroyo Barúh, Ubajay, La Clarita”, apuntó. [b]Observación de la fauna autóctona[/b] Quienes transitan los senderos peatonales o vehiculares de El Palmar pueden observar vizcachas, lagartos, zorros, carpinchos, ñandúes y especies que originalmente no habitaban en el lugar como jabalíes y ciervos axis. Además, desde septiembre el parque cuenta con dos observatorios de aves: uno en el camino al arroyo El Palmar y otro en las ruinas históricas. En un día de observación, se pueden encontrar entre 40 y 60 especies, como pájaros carpinteros, cardenales, cotorras, entre otras. El avistaje respondió a una iniciativa de la secretaría de Turismo de la Nación, ya que en Argentina se llevará a cabo un encuentro internacional de observaciones de aves. “Hay un segmento que no está muy desarrollado, por lo que se pretende dar ese acceso a la gente y también desarrollarlo educativamente”, explicó Maranta. Y consideró que esta propuesta, junto a las políticas en materia de infraestructuras en la micro región, promueven las actividades turísticas y educativas “en torno a un aspecto tan hermoso y fácil de acceder como es la naturaleza”. Fuente: AIM.