Sábado 15 de Mayo de 2010, 21:52

El PPR reclama se frene el matrimonio gay

| El Partido Popular de la Reconstrucción manifestó su oposición respecto a la iniciativa legislativa de autorizar la unión civil de personas del mismo sexo. Además consideran a la homosexualidad, una “anomalía”, y califican al acto sexual entre personas del mismo sexo como "un desorden intrínseco en la finalidad natural de la sexualidad humana" y presenta una "malicia ética objetiva por ello mismo".

El Partido Popular de la Reconstrucción manifestó su oposición respecto a la iniciativa legislativa de autorizar la unión civil de personas del mismo sexo. Además su dirigencia denuncia que "la mayoría de los dirigentes políticos se calla y no dice nada" en circunstancia límites como es a la hora de votar en una sesión del Congreso, lo cual permite ver una "posición que claramente no es la misma que se prometió en campaña", que como es en este caso es "apoyar la homosexualidad, una anomalía que consiste en la desviación de la atracción afectivo-sexual, por la cual el sujeto experimenta una inclinación hacia personas del mismo sexo, llegando en algunos casos a mantener relaciones sexuales". Sosteniendo que la homosexualidad es una "anomalía" afirman que está "confirmado por múltiples disciplinas científicas", aunque "organismos internacionales que responden a la contracultura de la muerte y a poderosos intereses del imperialismo poblacional e internacional del dinero digan mentirosamente lo contrario". "Por lo tanto, toda persona es de naturaleza sexuada, desde su concepción hasta la muerte es bio-psico-espiritual y socio-culturalmente varón o mujer", afirman. Para la dirigencia del PPR esta bi-sexualidad de la humanidad, implica como experiencia universal evidente, "la mutua atracción, complementariedad e integración del varón y la mujer con vistas a la procreación-educación de los hijos (aspecto generativo) y al amor mutuo (aspecto unitivo), fuente de plenitud y perfeccionamiento personal". "El bien de los hijos y de los que se aman de manera plenamente humana, exige el resguardo del matrimonio y la familia, realidades de orden natural que el Estado debe promover y proteger, nunca debilitar y destruir. Debemos aclarar que entre cristianos el matrimonio sin perder el valor natural se convierte en un Sacramento. La sexualidad humana implica el reconocimiento de la dimensión natural del sexo, que debe ser vivido precisamente "de manera humana", es decir atravesando todos sus componentes: lo biológico, lo psíquico, lo socio-cultural y lo espiritual trascendente. La sexualidad humana no agota al hombre, no "es todo el hombre", ni el hombre "es solo sexo", pero todo lo humano es sexuado, está atravesado por la sexualidad", sostienen. Para los dirigentes del Partido Popular de la Reconstrucción la educación de la sexualidad es parte integrante de la educación de la persona, cuyo fin es el estado de felicidad específicamente humano: "el estado virtuoso. Por tanto toda educación de la sexualidad debe estar centrada en las virtudes que perfeccionan este ámbito: la templanza, con su virtud anexa específica: la castidad (hoy tan desconocida, burlada y menospreciada), que implica el ordenamiento según la recta razón del apetito sexual, y el amor como fin de la entrega total humana del varón y la mujer en esa donación recíproca que planifica, perfecciona y enriquece". Asimismo entienden que los padres, como agentes primarios e insustituibles de la educación en el sentido de sociedad civil, y el Estado, con su organización institucional escolar son subsidiarios de los mismos, "nunca deben suplantarlos, salvo casos comprobados de perversidad o graves faltas en su misión, sino auxiliarlos adecuadamente. Toda acción educativa, toda medida de gobierno, sea ejecutiva, legislativa o judicial no debe desconocer lo expresado en los puntos anteriores, sino respetarlos y promoverlos, buscando siempre la concordia y la paz social, fruto de la tranquilidad en el orden". Ademán sostienen que el tener en cuenta el contexto familiar, económico y socio-cultural "decadente" y "en crisis", no debe llevar al Estado a aceptarlo como bueno y natural y a legislar en ese sentido. "Por ejemplo: si hay inseguridad social difundida por tantos delitos, se debe con medidas oportunas buscar erradicar las causas de la delincuencia, castigar y reeducar a quien delinque y dar paz al ciudadano honesto, pero nunca dictar leyes que protejan el delito y dar estatuto normal a las acciones deshonestas de los delincuentes. En una palabra: legislar y gobernar para el Bien Común es hacerlo favoreciendo la convivencia justa y virtuosa y no reconociendo como lícito lo injusto y anti-natural por más que esté socialmente generalizado". Califican al acto sexual entre personas del mismo sexo como "un desorden intrínseco en la finalidad natural de la sexualidad humana" y presenta una "malicia ética objetiva por ello mismo". "La tendencia homosexual no consumada en acto es un desorden aunque no constituya malicia por si sola. Siempre debe ayudarse a las personas homosexuales, pero no aprobar el desorden. Hay muchos casos de recuperación total o parcial probados por instituciones médico-psiquiátricas de reconocida trayectoria internacional. Por lo tanto siempre debe tenerse una gran consideración de cada caso, porque muchos incluso sufren esta situación existencialmente, y se debe actuar con eficacia, consideración y justicia pero sin concesiones con el error y el desorden. En este sentido la acción del gobierno y de los legisladores especialmente debe ordenarse a favorecer la virtud y el orden natural en la sexualidad, ayudando a quienes tienen dificultades a los efectos de que se reencaucen en ese sentido. Pedimos a los señores legisladores y en este caso a los Senadores Nacionales que no legitimen con una ley las uniones de personas del mismo sexo como si fuera un matrimonio. Si así lo hacen serán responsables ante Dios y la historia de la futura decadencia y perversión argentina", concluye el documento que la conducción del PPR envió a la redacción de RIEL FM.