Jueves 17 de Noviembre de 2011, 11:23

Encontraron asesinada a una vecina de Paraná

| Su cabeza estaba envuelta en un pulóver y dentro de una bolsa plástica y sus manos, atadas con precintos. La víctima, Alicia Noemí Grimaldi, de 65 años, se había jubilado como gerente comercial de una firma automotriz de Paraná.

Con gran estupor, los vecinos de calle Chacabuco, entre Presidente Perón y Pascual Palma de la capital de la provincia, seguían atentos el movimiento policial de los investigadores de la División Homicidios en el domicilio que hasta el miércoles ocupó como única habitante y propietaria Alicia Noemí Grimaldi, de 65 años. El cuerpo de la víctima fue hallado entre dos camas de una plaza, en una habitación contigua a la que utilizaba diariamente como dormitorio. La habían maniatado con precintos plásticos y su cabeza estaba envuelta en un pulóver, sobre el cual había una bolsa plástica, lo que a prima facie hace suponer que pudo haber muerto por sofocamiento. “Yo la vi al mediodía, cruzamos algunas palabras y se iba para su casa. Era una mujer que desde que se jubiló, no hace mucho, lo único que quería era descansar, disfrutar y estar tranquila”, comentó Marina, una vecina de la cuadra, dando clara pauta de que el hecho habría sucedido en horas de la siesta. “Había hecho muchas modificaciones en la casa pero solamente por su seguridad. Había colocado rejas y otras reformas porque tenía miedo que le ingresaran a robar. De hecho, le entraron varias veces y en una de las últimas ocasiones le robaron en un quincho que está al fondo. Siempre decía que tenía temor por un tapial muy bajo de la casa lindante. No puedo creer que haya pasado esto”, expresó. Uno de los que se acercó a los investigadores para interiorizarse de lo ocurrido fue Armando Reiss, gerente general de la firma automotriz Haimovich. “Alicia se jubiló hace un par de años en nuestra empresa como gerente comercial y realmente me siento conmovido por lo que me acabo de enterar. Según me dijo la Policía fue una muerte violenta”. Grimaldi tenía una estrecha relación con la familia de José Terenzio, propietario de la Cerrajería El Ciervo e incluso, comentaban algunos que solía cuidar cada tanto a su nieta. Y fue él, uno de los primeros a quien dieron aviso de que Alicia no respondía ningún llamado, para que acudiera a abrir la puerta. Grimaldi había adquirido tiempo atrás el salón donde funciona un negocio de venta de artículos de pesca, a pocos metros de la cerrajería de Terenzio, según se comentaba en voz baja a pocos metros de donde la Policía buscaba algún indicio que permitiera encausar el seguimiento de una pista. Quizá los comentarios apuntaban a que era una persona que posiblemente tenía acceso a una buena renta y el hecho de vivir sola la colocó en la mira de quienes esperaron el momento propicio para entrar a su casa. Hasta bien entrada la noche no se habían encontrado muestras de violencia ni faltantes que pudieran ser confirmadas por algunos familiares que llegaron al lugar del hecho. Incluso se llegó a mencionar que la víctima tenía dinero en la cartera que fue hallada en la casa. Si bien la puerta de calle tenía colocada por dentro una llave, la misma no había sido girada para trabarla. En una de las primeras elucubraciones, los investigadores suponen que el o los autores del hecho salieron por el frente de la casa y solamente cerraron la puerta, la que sólo se podría abrir con la manivela desde adentro, comentó uno de los investigadores. Vidrio por vidrio, objeto por objeto, era analizado por los especialistas de la Dirección de Criminalística en la búsqueda de huellas dactilares, bajo la mirada atenta de la jueza de Instrucción de turno, Marina Barbagelata. Fuente: El Diario.