Jueves 3 de Noviembre de 2011, 09:53

Falleció Alicia Faust, la Directora de LT 27

| La Directora de la radio LT 27 “La Voz de Montiel”, Alicia Faust, falleció este miércoles, en Buenos Aires, donde se encontraba internada, víctima de un cáncer.

El estado de salud de Alicia Faust se había agravado el lunes y su vida se apagó este miércoles 2 poco después del mediodía. Sus restos son velados en Buenos Aires y luego cremados. Faust jamás so­ñó con tener una radio. De hecho, lo que le acercó a ese medio fue la necesidad de trabajar, ya que cuando terminó la secundaria en el Instituto la Inmaculada no tuvo la oportunidad de irse a "estudiar afuera". Pero la vida da sorpresas. Y a ella la sorpresiva decisión del padre José Lavini, que era el propietario de la LT 27 "La Voz del Montiel", de incluirla en su testamen­to, le terminó torciendo el destino. Esa radio hoy cumple sus 40 años de existencia. Y su Directora sueña con verla creciendo cada día más. Nacida un 24 de agosto del matrimonio de Arsenio Faust y Emilia Fogel; madre de Lucas Nicolás, de 14 años, y esposa de Juan Carlos Andrioli, Alicia se considera una mujer de "perfil bajo". Y vaya si lo es. Quien esto escribe la conoció sólo en ocasión de hacerle la entrevista. La mujer que alterna su vida entre Villaguay y la bo­naerense ciudad de Quilmes, donde tiene actualmente su familia, recorrió todos los rincones de la radio, desde que ingresó a trabajar, toda­vía adolescente, tras su egreso de la secundaria. "Fui telefonista, estuve a cargo de la discoteca donde teníamos que anotar todos los temas que se pasaban en una gigantesca máquina de escribir planillera; hice pu­blicidad y también estuve en la administración. Hice de todo en la radio. Pero nunca estuve frente a un micrófo­no. No es lo mío". Alicia recuerda al cura Lavini como un verdadero padre, no sólo de ella sino también de los otros em­pleados de entonces. "Para nosotros era un familiar. Era una persona espectacular, familiera, servicial, solidaria al cien por ciento, atenta a las necesidades de sus empleados y todos con­fiábamos mucho en él". Cuando dice todos se re­fiere a sus compañeros de entonces: "Perico" Chilese, Silvina Cabral, Sergio Bidegain, entre otros. "Éramos como hijos pa­ra él. Y de esa forma actuá­bamos cuando él empezó a enfermarse. Lo llevábamos en los viajes, le ayudábamos con los medicamentos que tenía que tomar; en suma, lo cuidábamos como si fuera nuestro padre". Cuando Lavini enfermó fue paulatinamente dele­gando poder en la radio so­bre la figura de Alicia. Pero ella jamás sospechó, por aquel entonces, que tras la desaparición física del cura, la radio quedaría en sus manos. "Fue una sorpresa. El fa­lleció en abril de 1996 y nos encontramos con que había redactado un testamento en el que me dejaba la radio porque me consideraba 'la hija que el sacerdocio no le había dado'". Tanto ella como el resto de los empleados se sintie­ron un poco "huérfanos" cuando Lavini murió. Es que el fundador de la LT27, más allá de ser director, ac­tuaba como una especie de patriarca de la gran familia de la radio. "Él iba todos los días a media mañana, hacía su mi­cro a las doce y se iba. Pero a la tardecita volvía y se que­daba hasta que cerrábamos la transmisión". No fue sencillo para Ali­cia dejar de ser un par pa­ra convertirse en jefe. Y en realidad, asegura, esa trans­formación nunca fue com­pleta. "Yo traté de no cam­biar mi forma de ser, traté de seguir siendo un par para mis compañeros de trabajo, buscando siempre resolver las cosas mediante el diá­logo. De hecho, si pudimos salir adelante fue porque afrontamos entre todos los desafíos que nos planteaba esa nueva etapa". La etapa a la que se re­fiere Alicia no sólo estaba signada por la ausencia del timonel del barco, si­no también por una crisis económica profunda que ya empezaba a percibirse con más claridad y que termina­ría por explotar en el 2001. "La radio nació como un medio de evangelización y de comunicación, y noso­tros siempre tratamos de mantener esos lineamien-tos, pero a la vez intentamos adecuarnos a la realidad, porque nos habían tocado tiempos difíciles. Enfren­tábamos la competencia de muchas frecuencias modu­ladas y la economía estaba complicada. Logramos salir a flote con el apoyo de to­dos: la gente que trabajaba y, en mi caso particular, de la familia, que es siempre fundamental". Puesta por el destino al frente de una radio, Alicia se considera una fanática del mundo de los medios. "Me encanta porque siempre hay cosas nuevas para ha­cer, proyectos para encarar, aunque casi nunca dan los tiempos para hacer todo lo que uno quiere". Esa pasión, sin embargo, se reduce al trabajo detrás de bambalinas, la "parte in­terna, procesar todo lo que se va a transmitir". Por eso Alicia nunca estuvo frente a un micrófono. Desde esa perspectiva, la directora de LT 27 sigue teniendo claros los propó­sitos de su tarea: "el objetivo nuestro es formar e infor­mar y tratamos de hacerlo con ecuanimidad. Por ejem­plo, si criticamos a uno le damos también el derecho de que pueda expresar su postura". Alicia siente a flor de piel esa remanida frase de la "magia de la radio" cada vez que lee o escucha los men­sajes que llegan a la emisora. "Para los días del padre o de la madre recibimos cientos y cientos de mensajes de gente de todas partes del país y ahora que estamos en internet también de va­rios países del mundo. Ahí es cuando uno toma con­ciencia de la importancia de lo que hace, de la enorme cantidad de gente que está pendiente de lo que se dice delante del micrófono". "Hoy el desafío es mayor y el compromiso también debe serlo. Uno tiene que necesariamente actualizar­se. La misma tecnología te lleva a crecer, pero los cos­tos de ese crecimiento im­plican un esfuerzo. En eso estamos. Ése es el camino que transita LT27". Fuente: Noticias Villaguay.