| Aunque existe el riesgo de la influenza aviar en Argentina, se toman las medidas preventivas para evitar su ingreso, indicó Daniel Welschen. “El riesgo, si bien no es grande, existe. Nuestro país y la provincia están preparados por una cuestión de supervivencia de los sectores productivos, y además, porque no quieren que afecte al hombre”.
El Secretario de la Producción de Entre Ríos explicó que creando un sistema de administración del Programa Nacional de Sanidad Avícola (Pnsa) “estaríamos más seguros que actualmente”.
Al respecto, señaló que “el tema de la influenza aviar, que ha tomado relevancia a nivel internacional por la presencia en Asia pero también en la Unión Europea (UE), hace que sea un tema preocupante. Pero Argentina está libre de esta enfermedad, así como Uruguay y Brasil”, dijo.
Aclaró que el riesgo del virus “tiene dos implicancias, porque es una enfermedad que se transmite al hombre, pero también por el impacto económico que la enfermedad tendría en la provincia y en el país, que en el caso de Entre Ríos seria mucho mas grave, porque la actividad avícola es la segunda en nivel de importancia después de la agricultura”.
Recordó a esta agencia que la avicultura entrerriana representa para el país, el 54 por ciento de la producción de pollo, el 25 por ciento de huevo y además, “el 69 por ciento de las exportaciones de pollo salen de la provincia, motivo por el cual es necesario profundizar los esfuerzos en la prevención”.
El funcionario indicó que “mediante un trabajo en conjunto entre el Senasa, el gobierno provincial, el Inta y los productores, integrados en las Cámaras de Empresarios de Productos Avícolas (Cepa) y Argentina de Productores Integrados Avícolas (Capia), se ha diseñado lo que se denomina el Programa Nacional de Sanidad Avícola, que establece un sistema de vigilancia y monitoreo de las enfermedades”.
Aclaró que el Programa realiza muestreos permanentes en las distintas regiones del país, no solo en los criaderos, sino también en lo que se denomina “aves de traspatio, es decir, lo que la gente tiene en el gallinero” y reveló que determina la posibilidad que la enfermedad ingrese al país a través de aves migratorias, particularmente patos silvestres, ya que hay varias especies que vienen desde Europa y desde USA que podrían transmitir el virus. Este sistema, dijo, permite el muestreo permanentemente, de manera tal que se si llegara a detectar el virus, se lo atacaría de inmediato realizando trabajo preventivo y de protección.
“Es anticiparse a la presencia. Hace un mes y medio atrás se hizo un simulacro en Concepción del Uruguay entre las organizaciones que participan del Pnsa, y en el cuál participaron además, el ministerio de Salud de la Nación y Epidemiología de la provincia”, dijo y señaló que en la oportunidad se simuló la presencia de un caso y “se armó un sistema preventivo adecuado”.
Explicó que en caso de detectarse un caso, se debe determinar la región afectada y cuarentenarla desde el punto de vista sanitario avícola, pero indicó que también el área de Salud actúa inmediatamente por la eventual presencia de un caso en un ser humano. “En ese sentido estamos preparados, el mayor riesgo es desde el punto de vista productivo por el impacto económico. Desde el punto de vista de la salud humano no podría existir una epidemia, pero de todas formas, el riesgo existe”.
Comentó que Brasil el mayor exportador de pollo de Sudamérica, trabaja de la misma forma que Argentina, y se ha preparado para que si ingresa el virus no afecte al hombre.
Expresó que para mejorar el funcionamiento del Programa de Sanidad Avícola, el gobernador Jorge Busti presentó en enero de este año, un proyecto de administración del programa para crear una fundación con un mecanismo similar a aquel de la fiebre aftosa, cuya administración estaría en manos de Cepia y Capia, que aglutinan al 100 por ciento de los productores, “porque con esta estructura administrativa podríamos mejorar el programa de sanidad avícola, que si bien es bueno, podría efectivizarse”, concluyó.
Fuente: AIM.
