Miércoles 8 de Junio de 2005, 00:59

HOMENAJE A LAS VICTIMAS DEL '56

| El Diputado Provincial, Dr. Julio César Aldáz en la sesión de la Honorable Cámara de Diputados de Entre Ríos rindió este martes 7 de junio de 2.005 un justo homenaje a las víctimas del levantamiento cívico- militar del 9 de junio de 1956.

“No hacemos cuestión de banderías, porque luchamos por la Patria, que es de todos. No nos mueve el interés de ningún hombre, ni de ningún partido. Por ello, sin odios ni rencores, sin deseos de venganza ni discriminaciones entre hermanos, llamamos a la lucha a todos los argentinos que con limpieza de conducta y de pureza de intenciones, por encima de las diferencias de grupos o partidos quieran y defiendan lo que no puede dejar de querer o defender un argentino; la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria, en una Nación socialmente Justa, económicamente Libre y políticamente Solidaria”. Esta fue la proclama que en la noche del sábado 9 de junio de 1956, a nueve meses del derrocamiento del Presidente Constitucional, Juan Domingo Perón por la autodenominada “Revolución Libertadora”, los Generales Juan José Valle y Raúl Tanco, junto con el Teniente Coronel Oscar Cogorno, encabezaron una rebelión cívico-militar, que tuvo sus centros en Bs. As., La Plata y Santa Rosa, La Pampa. El intento es abortado en unas cuantas horas y concluye en un baño de sangre. Derrotado el movimiento, sus principales líderes, con el Gral. Valle a la cabeza fueron salvajemente fusilados 27 argentinos por el simple hecho de ser peronistas. Habían usurpado autoritaria y violentamente el poder del gobierno constitucional del Presidente Juan Domingo Perón, derogando una constitución progresista y avanzada para su época. El Peronismo fue proscripto, la Fundación Eva Perón fue disuelta y sus bienes fueron liquidados. Se prohibieron los emblemas peronistas. Se reprimió las huelgas y las actividades sindicales. Los restos de la compañera Evita fueron arrebatados, se los mutila y se los saca del país, son expresiones de un odio que se extendió por todo el país. La República Argentina estaba asfixiada de intolerancia y de represión institucionalizada, eran los tiempos de Aramburu y Rojas. Había vuelto la Argentina de las minorías y el privilegio para postergar a la voluntad transformadora de las mayorías acaudillada por el Gral. Juan Domingo Perón. Reynaldo Benavídez, uno de los hombres que lograron escapar a las balas de la Policía Bonaerense en el basural de José León Suárez en una nota publicada en el diario Clarín en el año 2.001 manifestó que: “no pude volver, pasé alguna vez y quise ir a un acto, pero es muy duro para mi estar ahí .Duele tocándose el corazón. Nunca más milité ni acepté cargos políticos. Nuestra militancia era sana. Aquello fue una injusticia porque sólo pensábamos diferente”. El Gral. Juan José Valle y los fusilados de junio de 1956 son parte de la historia viva del Movimiento Nacional Justicialista, sus muertes introdujeron su irrenunciable deseo de luchar por la paz, la democracia y las conquistas sociales que han sido inseparables de nuestra identidad. Nuestros orígenes están forjados de estos hechos y seguirán vigentes en la medida en que no perdamos la memoria. Espero que esto sirva de lección para ésta y las generaciones futuras, en donde la armonía y la hermandad deben prevalecer entre los argentinos, aunque tengamos diferencias de ideas y pensamientos. Para finalizar quisiera citar las palabras que el Gral. Valle le enviara al Presidente Provisional de la República Gral. Pedro Eugenio Aramburu antes de ser fusilado: “como cristiano me presento ante Dios que murió ajusticiado, perdonando a mis asesinos y como argentino, derramo mi sangre por la causa del pueblo humilde, por la justicia y la libertad de todos no sólo de minorías privilegiadas(...) Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos. Viva la Patria.”