Lunes 3 de Mayo de 2010, 10:52

¡Ver...y no poder creer!

| Amigos de “Tren para Todos” y “Entre Ríos sobre Rieles” visitaron los talleres que la empresa Trenes Especiales Argentinos (TEA) tiene en Paraná y observaron el avance en la recuperación de la unidad motriz de un coche motor Fiat. Además recorreron la Nave 2 diesel (Galpón EMEPA) el cual está totalmente abandonado.


La imagen de desolación que presenta nos recuerda sitios que han sufrido las consecuencias de una terrible catástrofe natural o de una guerra. El contraste es tan evidente como aterrador. Por un lado se aprecia claramente el esfuerzo por hacer las cosas, a pesar de los escasos recursos y la total falta de apoyo oficial (por el contrario se lucha contra el acoso del Estado y la presión inescrupulosa de una empresa concesionaria de cargas que ha venido destruyendo el patrimonio del ex-ferrocarril Urquiza en los últimos años). Por otro lado es notablemente patética la desidia, el abandono y el desprecio por el patrimonio del Estado, el de todos nosotros, por aquello que alguna vez fue un taller ferroviario modelo. Ahora bien: ¿Dónde estuvo y dónde está el rol del Estado, de control, de policía? ¿Por qué no se vigiló para que no nos “robaran” el ferrocarril, aquí y en el resto del país? ¿Por qué hoy no se investiga judicialmente a los “responsables” del saqueo ferroviario? Eso parece estar prohibido en la Argentina democrática de principios del segundo milenio; porque nada ha cambiado desde los tiempos del plan Larkin: el propósito de desmantelar al ferrocarril que fuera dictaminado desde los centros de poder internacional de acuerdo con los intereses de las grandes multinacionales del sector petrolero, de neumáticos y automotor sigue vigente y, lamentablemente, la rancia caterva de apátridas locales, muchos de los cuales aún siguen en el poder, se encargan de ejecutarlo fronteras adentro del país. Por eso es que en mayo de 2010, a casi seis años del Decreto 1261/2004 del ex-presidente Néstor Kirchner que otorgó al Estado Nacional la potestad de reasumir la prestación de los servicios interurbanos de transporte ferroviario de pasajeros interjuridiccional, nos encontramos con un sistema ferroviario desmantelado e inconexo (tupacamarizado, al decir de Juan Carlos Cena), que demanda una gran inversión, pero sobre todo una férrea decisión política que, lamentablemente, no se observa en las autoridades nacionales, las cuales generan la sensación permanente de querer jugar “a los trencitos” y “con la gente” (Tafí Viejo es un claro y triste ejemplo de la falacia ferroviaria). Pero…volviendo a Entre Ríos; nuestra provincia no parece ser la excepción a la regla: ¿Puede realmente el estado provincial, “solo”, reactivar digna y eficientemente los servicios de pasajeros? Por lo observado hasta el momento NO. Sin embargo, en Paraná un puñado de ferroviarios de TEA sigue luchando día a día contra los molinos de viento y no renuncia a su cruzada restauradora. Porque, si la lógica legal hubiese generado el inmediato apoyo oficial al emprendimiento, de acuerdo con el Decreto 1261/2004, seguramente podríamos tener hoy servicios ferroviarios provinciales prestados por los coches motores Fiat que esta PYME Argentina, más los estados provincial y nacional habrían puesto en condiciones operativas, y ¿por qué no?, poder contar ya con un servicio de pasajeros hacia Federico Lacroze (Bs. As.), como lo fuera el célebre “Río Paraná” en la década de los ‘80. Ahora bien: ¿Será posible juntar algún día a los tres actores antes mencionados para encarar juntos un proyecto ferroviario que sirva realmente a los pobladores del interior de nuestra provincia? ¿Qué espera la Nación para quitarle las concesiones a empresas destruyeferrocarriles, como ALL, por ejemplo? ¿No puede o no quiere hacerlo? Pero claro, siempre habrá dinero de los argentinos para pagarles los subsidios al día; los mismos que se le niegan a TEA. Finalmente, en Paraná, donde la interna oficialista comienza a vislumbrarse en “hechos y no en palabras”, el gobernador y la UEFER (Unidad Ejecutora Ferroviaria de Entre Ríos) están decididos a establecer un servicio urbano local utilizando el Tecnotren (provisto por la empresa Tecnoporte), en una primera etapa hacia Oro Verde y luego a estación Parera, pero se especula un reacondicionamiento del ramal al puerto de Bajada Grande para que el servicio llegue hasta esta popular barriada paranaense. Pues bien, en este sector de vías, el gobierno municipal (enfrentado internamente al provincial) ha abierto pasos a nivel cercenando los rieles y eliminando el terraplén, además para “desagotar” una laguna en Bajada Grande se procedió de la misma manera, argumentándose además que es práctica común el robo de rieles y durmientes, pues el ramal se halla en desuso (Nos preguntamos si no sería necesaria una previa autorización de la ADIF u otro organismo nacional). ¡Qué ilusos somos! Y la provincia… ¿Estará al tanto de esta permanente depredación? ¿Será que en este país hemos naturalizado el hecho de que “el tren no vuelve más” y punto? No, no debe ser así. Y como dicen que una imagen vale más que mil palabras les compartimos algunas fotos de la “pobre y digna” TEA, de lo que queda de los talleres ferroviarios que el “justo y poderoso” Estado supo tener en Paraná y de esta “progresista y moderna” capital entrerriana. Nosotros seguiremos husmeando “por donde pocos andan y donde mucho duele” porque creemos en el modo ferroviario y queremos que el tren vuelva cuanto antes pero…¡EN SERIO! Fuente: Sergio Martinoli/Entre Ríos sobre Rieles.