La CTA reclama decisión política para redistribuir la ri

Además señaló que "no hay demasiadas esperanzas para que en el corto plazo para que se otorgue la personería jurídica. Sería que los trabajadores puedan estar representados en dos entidades sindicales. Más allá del acercamiento no hay por ahora posibilidades de que eso ocurra, pero desde la Organización internacional del trabajo (OIT) se seguirá presionando hasta que se logre". En diálogo con esta Agencia, Schunk señaló que "el problema central que tiene la Argentina y que la CTA exige es la redistribución del ingreso. No ha habido grandes avances, porque se plantearía si hubiera un cambio en el sistema tributario o en el sistema financiero. Es decir, medidas que apuntarían a lograr la redistribución del ingreso". Además señaló que "a pesar del fuerte crecimiento que la Argentina vive en estos últimos años, no se ve de la misma manera cuando se analiza la distribución del ingreso. Estamos lejos de eso porque estamos en niveles cercanos al 30 por ciento para los trabajadores y el 70 para el resto, cuando a mediados de los años ´70 se hablaba de la mitad y la mitad". Para Schunk, esta circunstancia no la resolverá el mercado sino que deberán plantearse medidas concretas por parte del gobierno relacionadas con políticas fiscales, monetarias y de ingreso. "Estas políticas deberán apuntar, fundamentalmente, a que las grandes corporaciones, la mayoría extranjeras, en lugar de obtener grandes ganancias en un año, tengan una ganancia normal y que del valor que se agrega también participen los trabajadores". No obstante aclaró que a su entender, "estamos lejos de eso todavía". [b]La inequitativa distribución del ingreso[/b] Para Schunk, el gobierno no aplica la redistribución del ingreso "por consideraciones políticas relacionadas con cuestiones de poder. En un país que se ha consolidado el gran capital, donde gran parte de las empresas más dinámicas están en mano del capital extranjero, se hace difícil pensar que, acostumbrados a tener grandes ganancias, puedan ceder parte de ellas. La resolución es política y está relacionada en la capacidad de los argentinos para presionar y no para que las multinacionales se vayan, sino para que tengan ganancias razonables". También señaló que "los datos que proporcionan organismos oficiales marcan que en estos últimos años, lejos de resolver la distribución del ingreso, se sigue profundizando. Estamos en un 30 por ciento para los trabajadores y un 70 para los demás, cuando todos recordamos a mediados de los setenta hablábamos del 50 y el 50". Recordó además que según datos del Instituto nacional de estadísticas y censo (Indec), en un trabajo que presentó el año pasado, de 500 grandes empresas, el 72 por ciento (360) son de capital extranjero. "En 1993, en lugar de ser 360 empresas de capitales extranjeros, sólo 219, el 44 por ciento, lo eran. Lejos de resolverse este problema de la concentración y la extranjerización, lo que se genera es una profundización de esta política. A mi criterio, aquí esta el nudo de la cuestión, y esto no se resuelve desde la técnica económica sino que es una cuestión estrictamente política". Fuente: AIM.