Jueves 23 de Noviembre de 2006, 20:14

La lucha contra las pasteras continuará en La Haya

PAPELERAS | “Un traspié no es caída”, dijo el gobernador Jorge Busti en relación a los últimos acontecimientos en torno al tema de las pasteras, y consideró que las acciones del Gobierno se tienen que orientar de ahora en más en “mostrar que estamos en contra del dictamen del Banco Mundial y que vamos a seguir en la Corte de La Haya”.


En declaraciones a un medio nacional, el mandatario entrerriano volvió a fustigar la decisión del Banco Mundial de aprobar el crédito para Botnia y afirmó que los organismos internacionales “priorizan el poder económico; se quieren descontaminar ellos en Europa y contaminarnos a nosotros en Latinoamérica. Hay un proceso de descontaminación y de contaminación acá, y eso está documentado en el Banco Mundial”, subrayó. Hizo notar que de acuerdo al “acta de votación que se hizo en el Directorio del Banco Mundial, donde hay 26 directores -ocho sillas permanentes que son el Grupo de los Siete, más Arabia Saudita, y 18 que representan al grupo de países-, todos los que votaron lo hicieron a pesar de tener un informe de la auditoría de la ombudsman que decía que se habían violado en la Corporación Financiera Internacional (CFI) las mismas normas del banco”, apuntó. En el marco de esta situación, entendió que desde el Gobierno argentino “ahora tenemos que mostrar que estamos en contra del dictamen del Banco Mundial y que vamos a seguir en la Corte de La Haya. No desechar nunca la posibilidad del mundo diplomático, pero desde una posición -como lo ha planteado el presidente Kirchner- de defensa de nuestro medio ambiente”. El mandatario reconoció que “el problema es complejo, pero se puede solucionar con constancia. Un traspié no es caída; si uno tiene convicciones de que esto está mal, de que va a contraminar, debemos continuar”, sostuvo. Por otro lado, aclaró que “no estamos en contra de que Uruguay haya elegido desarrollarse a través de las pasteras; tiene todo el derecho de hacerlo y además lo estaba programando desde hace más o menos 15 años, forestando prácticamente todo el país. De lo que sí estamos en contra es que a esta pastera, que es la más grande del mundo, la hagan frente a una ciudad de 80.000 habitantes, causándole un efecto transfronterizo contaminante terrible”. Para el gobernador, esto se hizo por una cuestión del “incapacidad del Gobierno uruguayo, porque con el vicegobernador fuimos a Montevideo en febrero de 2005, donde estuvimos reunidos con el secretario general de la Presidencia, Gonzalo Fernández, y entonces la posición era totalmente distinta: la de un Gobierno que asumía, que iba a tomar un presente griego que le había dejado el Gobierno de la derecha uruguaya y que iba a ver de qué manera esto se iba a solucionar. Luego fueron cambiando de posición diametralmente”, subrayó. Además, rememoró que “la única vez que se juntaron los dos presidentes Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez, que fue en Chile, la Argentina asumió el compromiso de retirarse de las rutas -lo cual se hizo- y Uruguay de parar las plantas por 90 días y estudiar su relocalización. Nosotros cumplimos; Uruguay no cumplió nada”, sentenció. Por otra parte, volvió a señalar que “nos sentimos absolutamente contenidos con el discurso del Presidente de ayer. Etamos en contra del corte de rutas, pero hay una situación emocional en la gente de Gualeguaychú, porque no es lo mismo analizar el tema desde Paraná o desde Buenos Aires, que hacerlo con una chimenea enfrente que va a empezar a funcionar y va a contaminar”. De todos modos, consideró que “lo que tiene que entender la comunidad de Gualeguaychú es que el corte es absolutamente perjudicial para cualquier planteo internacional e indudablemente nos debilita”. Busti destacó que desde que se instaló la problemática, desde el Gobierno “se ha hecho mucho: hemos parado el crédito a Botnia durante un año; fuimos con el vicegobernador a los Estados Unidos en septiembre de 2005 y se instauró por primera vez una demanda ante la ombudsman del Banco Mundial, Meg Taylor, y ante la Comisión de Derechos Humanos, logrando que ella viniera a la zona afectada”. “Indudablemente la gente tiene razón al dudar, porque cuando se retiraron de la ruta creyendo que el Uruguay iba a cumplir, se dieron cuenta de que Botnia tenía mucho poder dentro de ese país, más que el Estado uruguayo”, advirtió. En otro orden, ante una consulta, consideró “sospechoso” el cambio de postura del ex ambientalista, Héctor Rubio, que fue declarado “persona no grata” por los integrantes de la Asamblea de Gualeguaychú por haber cambiado su opinión sobre la planta Botnia, luego de haber viajado a Finlandia invitado por la empresa. “En la cronología de los hechos recordé que en la primera reunión que tuve con los vecinos autoconvocados de Gualeguaychú, en 2004, y en la audiencia pública en febrero de ese año, Rubio era el más duro de ellos. De repente, sin avisar a la Asamblea Ambiental viajó a Finlandia y volvió con una posición totalmente distinta. Esto llama la atención, porque los técnicos de la provincia y de la Asamblea también viajaron a Finlandia y a Pontevedra y trajeron una visión totalmente distinta a la de Rubio”, apuntó finalmente el gobernador.