Domingo 12 de Noviembre de 2006, 11:42

Laer iría a liquidación

| La historia de Laer, escrita en base a capítulos breves y contradictorios, parece empezar a cerrarse definitivamente: a falta de interesados, se empieza a pensar en liquidarla. Por el vínculo con Regional Argentina el Estado no espera terminar en la Justicia. El rescisión “de mutuo acuerdo” puso fin a un semestre con bajísimos niveles de ocupación.

Arrancó como es usual, con sonrisas y promesas de amor eterno, pero duró poco el romance: entre el 24 de octubre de 2005 en que Regional Argentina SA y Líneas Aéreas de Entre Ríos Sociedad del Estado firmaron el contrato respectivo y el 4 de octubre de 2006 en que se produjo la rescisión “de mutuo acuerdo”, se produjeron unos cuantos vuelos transportando pasajeros entre Paraná, Aeroparque y Concordia, casi siempre con aeronaves semivacías o exhibiendo un bajísimo nivel de ocupación. Pero cuando la prestataria debió ‘pegar el salto’ y adquirir máquinas para el servicio corriente se chocó ante la evidencia de los números, remarcados en rojo pérdida. Así, la salida de la empresa se hizo irremediable. Regional Argentina no había llegado hasta Laer de casualidad. De la mano de British Aerospace se había sentado con autoridades entrerrianas para discutir maneras de que la línea área pagara una vieja deuda. Y, ahí, como quien no quiere la cosa, sorprendieron los empresarios con una propuesta que incluía el pago de una parte de los compromisos pendientes, condonación de intereses incluida, y una especie de asociación para retomar el negocio del transporte de pasajeros, cargas y correo vía aérea a partir de las licencias y rutas con las que contaba Laer. Así, los casi 3 millones de dólares se convirtieron en 1,38 millones de dólares, abonados en tiempo y forma. Si se hace un esfuerzo, se recordará que el contrato con Regional Argentina planteaba un período de puesta en pista, de asentamiento del negocio, al que le sucedería la incorporación progresiva de tres aeronaves de 19 o 30 plazas y su correspondiente correlato en cuanto al despegue de frecuencias, de y desde Aeroparque. Lo que debió haberse producido a fines de agosto se pospuso para septiembre de 2006, en medio de negociaciones que no evitaron el pedido de un subsidio. Pero ya las cartas estaban echadas y, se sabe, los números gobiernan el mundo que se deja dominar por ellos. “La rescisión contractual se fundamenta en la imposibilidad por parte de Regional Argentina SA de dar cumplimiento a la cláusula tercera de la modificación del contrato celebrada el día 10 de mayo de 2006”, reza el texto que puso fin a la relación, mucho más escueto que los otros dos anteriores, que es lo que suele ocurrir cuando los proyectos se agotan. “Laer no tiene nada que reclamarle a Regional Argentina porque, precisamente, la aeronave que se debía incorporar servía para poner en marcha la sociedad (el Estado se quedaba con el 51 por ciento de las acciones, como garantía) y, a la vez, para acceder a los certificados de vuelo”, aclaró Canosa, antes de señalar que “yo sigo de reunión en reunión, acá y en Buenos Aires, pero a medida que pasa el tiempo las expectativas se apagan porque el negocio parece no ser atractivo para los empresarios del sector”. “¿Cuál es el problema, por qué no es rentable?”, preguntó El Diario. “En el mundo, el sistema aeronáutico no está pasando su mejor momento; en el caso argentino además hay una cuestión de costos indisoluble, por el hecho de que las tarifas están en pesos y los insumos en dólares”, explicó Canosa, no sin aceptar que “a Regional Argentina se le presentó una dificultad más: el escaso nivel de ocupación”. El funcionario apuntó allí que el Gobierno de Santa Fe provee de un fuerte subsidio para asegurar la prestación del servicio aéreo, que será de 3 millones en 2006, un poco menor en 2007 y así hasta desaparecer, al cabo de los años. “¿Tampoco interesa la plaza a firmas que ya están operando en el mercado de cabotaje?”, se interrogó. “Eso he estado haciendo pero, en todos los casos, les conviene llegar hasta Santa Fe y captar al pasajero de Paraná vía traffic”, expuso el entrevistado. “¿Y qué es LAER al día de hoy?”, se planteó. “Es una sociedad del Estado que tiene como patrimonio el hangar y el taller con las herramientas, con algunas exigencias aeronáuticas cumplimentadas y otras en tramitación, con rutas comerciales asignadas aunque en suspenso hasta que hallemos una empresa que levante ese certificado al incorporar una nave”, caracterizó Canosa. “No tenemos gastos mensuales que preocupen porque casi no hay empleados”, acotó. [b]El final[/b] Se le hizo ver, entonces, que el acuerdo con Regional Argentina tendía a destinar lo que se recaudara al pago de las deudas de Laer, ciertamente pesadas. “Ese fue nuestro plan de trabajo original, pero no se logró y francamente a esta altura es muy difícil encontrar un socio privado que reflote la línea”, admitió el funcionario. Luego, Canosa fue al grano. “Creo que después de un plazo prudencial, no sé, después de fin de año, debiéramos plantearnos o al menos discutir la chance de liquidar la empresa si, como ahora, no aparecen alternativas de reactivación”. “¿Y cuál es la deuda de Laer?”. “Hemos ido verificando acreencias y activos en todo este tiempo y, en realidad, descontando lo que se pagó a la British Aerospace, los balances consolidados indican que la deuda oscila en los 23 millones de pesos, de los 30 ó 31 millones que llegaron a ser en algún momento”, contestó el entrevistado, antes de acotar que “si Laer se llegara a liquidar, seguramente se convocará a los eventuales acreedores a que justifiquen su pretensión y ahí tendremos una idea definitiva, pero es posible que también esos 23 millones estén ‘inflados’, es decir, que no todos logren documentar el reclamo”. Fuente: AIM.