Domingo 23 de Julio de 2006, 13:26

LAURITTO, TIRONEADO PARA LA FÓRMULA

| El diputado nacional parece cada vez más cerca de integrar la fórmula del bustismo para el 2007. Desde antes de asumir en su banca, Lauritto comparte reuniones del gabinete de Busti y la fórmula Pato - Pato va tomando forma. Aunque también Julio Solanas lo quiere a su lado, Lauritto estampó su firma en apoyo al candidato del gobernador y fue tajante: no irá por fuera del PJ. Pese a todo eso, en su entorno hay quienes sueñan con la gobernación.

Aunque el gobierno de la provincia muestra por todos lados a Sergio El Pato Urribarri, el superministro y hombre de confianza de Jorge Busti, la candidatura del hombre que maneja los fondos de la Cafesg -entre otras cosas- no termina de convencer. Por eso dentro del peronismo hay quien apuesta a mejorar la oferta con el otro Pato, el ex intendente uruguayense José Lauritto, quien hace meses que no falta a las reuniones de gabinete cada lunes en la Casa Gris, adonde gentilmente lo incorporó el bustismo. A la vez, los solanistas de Julio no pierden la esperanza de sumarlo a su fórmula. En ambos casos la oferta es que sea vice, y el Pato uruguayense parece tener otra expectativa. En su entorno hay confianza en el panorama futuro, al punto que se animan a apostar a que terminará siendo el candidato a gobernador de Jorge Pedro Busti. El primero que habló de la fórmula Pato - Pato -al menos públicamente- fue Julio César Aldaz. El hombre de Basavilbaso está convencido de que es momento de que el peronismo del departamento Uruguay consiga un lugar preponderante en la estructura de poder provincial. Entiende que ese lugar es de vicegobernador y para José Eduardo Lauritto. Ese tópico -desde la recuperación de la democracia no ha habido un uruguayense que llegue a la Casa Gris como gobernador o vice- es uno de los caballitos de batalla del ex intendente uruguayense, que se queja casi en forma constante de esa carencia: «Tenemos muchos votos, pero a la hora de ir a gestionar a Paraná siempre nos encontramos con compañeros que tendrán su valor, pero que siempre son de otras ciudades. Puerta que uno golpea en Paraná, nunca atiende un uruguayense», dijo en diálogo con este semanario. La idea no cae bien en los otros grupos internos. Para el scelzismo, que controla la gestión municipal, el crecimiento de Lauritto no es una buena noticia, aunque las relaciones hayan mejorado sensiblemente respecto de los primeros días del mandato de Marcelo Bisogni, siempre atento a los consejos mañeros de su primo hermano Carlos José Scelzi. En efecto, el Teta ha sido el diseñador de las jugadas más resonantes que tuvo la gestión: la incorporación como funcionarios de los derrotados en la interna (empezando por Luis Carrozzo), la presencia del Monito en la Federación Argentina de Municipios, la reunión en la ciudad de los intendentes de ambas orillas del río, entre otras. Y aunque hubo encuentros entre Lauritto y Scelzi/Bisogni -incluso uno de varias horas en estos días- no se pudo acordar una estrategia común. En esta ocasión el que parece haber quedado algo descolocado es Scelzi. La unción de Sergio Urribarri como candidato no lo convenció y en principio se sumó a la amplia troupe de disconformes que logró reunir el senador por San Salvador, Hugo Berthet, en un club de Paraná. Allí también se vio al titular del PJ del departamento, Hugo Cettour, entre otros díscolos con la figura del superministro como sucesor. En una inusual aparición mediática, el Teta habló bien de Solanas, reclamó espacios para Uruguay y dijo que discutirá a cualquiera que esté abajo de Busti. Entiéndase bien: no es que Berthet, Scelzi y Cettour -entre otros- se juntaron para formar un polo contra Busti, sino contra el candidato que eligió Busti. En el PJ no se cuestiona el dedo, sino al elegido por ese dedo. Como fuera, la entente duró poco. Apenas una semana después, como para disipar cualquier expectativa, Busti movió a su tropa y realizó una formidable exhibición de poderío. Y ante ese despliegue, tanto Bisogni como Lauritto corrieron, por separado, a estampar su firma. [b]DEMOSTRACIÓN DE FUERZA[/b] Dias pasados. El gobernador realizó su propio encuentro: en la primera semana del receso invernal reunió en la Sala de los Gobernadores de la Casa Gris a una notable cantidad de legisladores y jefes comunales de toda la provincia. En criollo: alineó a la tropa, le recordó quién manda y le hizo firmar su respaldo al candidato a heredero del trono. Aunque parezca exagerado, la reunión del 11 de julio consistió en eso. Las cifras impresionan: 19 intendentes de primera categoría, 27 jefes comunales de municipios de segunda categoría, 1 senadora nacional, 4 diputados nacionales, 7 senadores provinciales y 11 diputados provinciales. ¿Cuántos quedan del otro lado? Pocos, muy pocos. Y según confesó uno de los presentes a este cronista, algunos de los que no fueron se arrepintieron en el mismo momento de recibir el comunicado. Y los menos, no se enteraron o estaban de viaje. La declaración que firmaron los presentes consta de cuatro puntos: el primero reconoce como líder natural a Jorge Busti; el segundo hace mención a la necesidad de garantizar «la continuidad de su obra»; el tercero unge como candidato a Urribarri; el cuarto, por fin, pide apoyo y amenaza con aplastar en internas a los que no lo den. Vale la pena reproducir este último: «Siempre aspiramos al consenso de la candidatura, pero si esto no se produce, creemos que lo más saludable es que a través de las internas abiertas y simultáneas, aprobadas por la Legislatura provincial, se defina el candidato del Frente Justicialista Entrerriano para la Victoria». A continuación aparecen las firmas de los 69 legisladores e intendentes presentes. En criollo: o apoyás o te vas a tener que enfrentar a todo esto. Con más fulgor le describió Jorge Riani en Análisis: «La mismísima Casa de Gobierno se convirtió en el palco estatal de una fracción, con toda su carga de mensaje: esto es el Estado y nosotros combatimos subidos a su estructura», escribió el periodista. [b]URUGUAYENSES[/b] Ese fue el final de la módica rebelión en la granja que había pretendido impulsar Berthet. El primero en cambiar de rumbo fue el propio Scelzi, que sabe lo complicado que es enfrentarse a Busti. Por eso Marcelo Bisogni estuvo firme en la reunión y en la foto. Eso no impidió que unos días después saliera a hacer su jugada, que algunos aseguran tiene por objeto posicionar a su hijo como futuro candidato a legislador. En el encuentro también estuvieron todos los jefes comunales del departamento Uruguay, varios de los cuales unos días después, de la mano de Aldaz, le pidieron a Urribarri que el compañero de fórmula sea Lauritto. Hasta el momento el ex juez no ha dado una respuesta, fiel a su estilo de evitar las definiciones. Sin embargo ¿alguien puede pensar que Aldaz tira la candidatura de Lauritto contra la voluntad de éste? Es evidente que el ex intendente acepta la estrategia de Aldaz, ostensible para quien quisiera verla, y tan sencilla como para que no entorpezca ninguno de los planes del bustismo: Lauritto como vicegobernador mejora la imagen de la fórmula 2007, ya que por el momento Urribarri no termina de convencer. Aunque es posible que Lauritto apueste a más, no es un mal punto de partida que haya otro gestionando ese lugar mientras elucubra otras posibilidades. El piso es la vicegobernación. Quizás por esa causa en el entorno del propio Lauritto hay quienes especulan con la posibilidad de que -ante la debilidad de la candidatura del superministro- sea el Pato uruguayense quien termine coronado por Busti como candidato. Es decir: la fórmula Pato-Pato al revés. Quienes sostienen esto aseguran que los globos de ensayo del gobernador se terminaron: descartadas Cristina Cremer y la reelección inmediata, el hombre de máxima confianza, Sergio Urribarri, es su mejor garantía. A muchos no les convence, pero el candidato se va imponiendo, con esa crudeza que tiene el PJ para manejar estas cuestiones. Otros aseguran que se trata de otro globo de ensayo, y que finalmente Busti lo utilizará como pieza de negociación para desactivar cualquier posibilidad de Julio Solanas, quien también tienta a Lauritto para que lo acompañe en la fórmula. [b]TIEMPOS DE DEFINICIÓN[/b] Desde distintos sectores se especula con la posibilidad de que Solanas finalmente vaya por fuera de la estructura del PJ, aliado a sectores del partido Nuevo Espacio, como el que encabeza Daniel Irigoyen, el intendente gualeguaychuense que impulsa un espacio de «kirchnerismo no bustista» en la provincia. Dentro del PJ no tiene chances de darle batalla a tamaño conglomerado, y por eso es posible que este sábado, cuando lance su candidatura, anuncie la decisión. Pero a la vez, en el gobierno se habla de adelantar las internas partidarias para el próximo mes de diciembre, con la intención de modificar la actual ley provincial que prevé internas abiertas y simultáneas. Así se regresaría al antiguo sistema: cada partido con sus internas cuando las crea convenientes, ajustándose al cronograma de elecciones generales. Una forma de apurar a Solanas en su definición: o abandona el PJ o acepta las internas abiertas y simultáneas. En estas, quien resulta perdedor, queda invalidado de presentarse por fuera de la estructura partidaria. Dentro del PJ Solanas sólo puede tener como aliado al intendente concordiense Juan Carlos Cresto, pero si cierra con él pierde la chance de Irigoyen. Y a la inversa. Por eso parecen cerrarse los caminos, o mejor dicho, abrirse las tranqueras para candidatearse por afuera. ¿Se concretará esa posibilidad? [b]ANOTÁ LO QUE TE DIGO[/b] Quedaron atrás, definitivamente, los días en que José Lauritto recibía mensajes de Julio Solanas para aceptar la candidatura en la lista de diputados nacionales del PJ, con la expectativa en el horizonte de conformar una especie de alianza interna para desalojar a Busti. En ese momento, el intendente de Paraná le insistía a su amigo Pato sobre la necesidad de apostar fuerte, porque «sin 2005 no hay 2007». Era otro panorama, pero en la lógica del PJ eso significaba que no podía esperar ocupar un rol de relevancia en el recambio institucional del período siguiente si no se decidía a intervenir en el proceso electoral de ese momento, aunque eso significara perjudicar las chances de otro amigo con quien hasta ese instante tenía inmejorables relaciones: Emilio Martínez Garbino. «Yo no estoy para que me inventen enemigos ni para que me establezcan las internas», ha dicho hasta el cansancio el ex intendente, como para dejar claro que no quiere pelearse con nadie. Mucho menos con Busti. Parece claro que no lo entusiasma romper el cómodo lugar que le ha prodigado el bustismo para partir, de la mano de Solanas, en una aventura aún de final incierto. También es verdad que en el Congreso con quien más migas ha hecho es con Raúl Patricio, el hermano del jefe comunal paranaense. Pero lo más razonable parece la decisión de no dar un solo paso definitivo, aunque haya estampado su firma el martes pasado por Urribarri. Coquetear con Solanas le puede significar mejorar la oferta de parte del gobernador. Este semanario le preguntó concretamente al ex intendente si es razonable imaginarlo en una fórmula con Solanas y por fuera del PJ, tras haber firmado el 11 de julio por Urribarri. Lauritto, que había esquivado definiciones ante las otras preguntas, fue esta vez terminante. Tres veces dijo que no. Agregó todo el aprecio que siente por su amigo Julio, pero eso nada tiene que ver con el panorama político que se abre ante él. Quizás por esa razón uno de los dirigentes uruguayenses de confianza de Lauritto, que compartió la gestión y hoy vuelve a estar cerca, tiene tanta fe en el panorama futuro, que se anima a apostar: «Anotá que te lo dije hoy», enfatizó en charla informal con este cronista «Hoy, en pleno mes de julio te lo digo: el Pato va a ser el gobernador». Lauritto, sin embargo, se ríe de esa afirmación: «Cuesta mucho entender que una ciudad que no tiene gobernador, ni vice, ni un ministro, ni un secretario, que en 82 despachos oficiales sólo encuentra un subsecretario (por Roque Minatta) esté en condiciones de disputar la gobernación», cierra el diálogo el diputado nacional. Fuente: Américo Schvartzman.