Miércoles 8 de Octubre de 2014, 22:35

Malestar en la docencia la designación de Elizar en el Iosper

| Mientras se espera que el Poder Ejecutivo firme -una vez más- la licencia gremial del sindicalista Sergio Elizar, que le permitirá desempeñarse como Gerente Prestacional en el Iosper, su designación provoca enojo en los trabajadores, que advierten tendrá un sueldo cercano a los $40.000, mientras la mayoría de los docentes, a quienes representó años atrás, cobran salarios por debajo de la línea de pobreza.

Elizar, que ya en 2011 recibió fuertes cuestionamientos sindicales por la licencia gremial que le otorgó el gobierno de Sergio Urribarri como dirigente de la CTA, entidad que no tiene personería jurídica otorgada por el ministerio de Trabajo de la Nación, fue otra vez criticado por esta noticia. “Sigue siendo un privilegio y un premio que el gobierno de Urribarri le otorga. Este hecho muestra -una vez más- que hay privilegios para los amigos del poder y que como siempre, ‘hay hijos y entenados’”, afirmó la Junta. El cuerpo recordó que por la resolución del Consejo General de Educación (CGE) número 5257, fechada el 29 de diciembre de 2011, el gobierno le otorgó licencia gremial por 366 días al profesor de Historia Sergio Edgardo Elizar para desempeñarse como secretario adjunto de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), entidad que no tiene personería jurídica otorgada por el ministerio de Trabajo de la nación. Y señaló que “ahora se espera otro decreto que le permitirá desempeñarse una vez más por fuera de la docencia, esto es, como gerente Prestacional de Iosper. La resolución ya está firmada, así que ahora sólo le falta el permiso del Ejecutivo”, fustigó. También afirmó que “si los trabajadores tuviéramos la certeza de que Elizar se desempeñará en sus nuevas funciones con equidad y justicia con todos los afiliados de la obra social, no nos preocuparíamos tanto, pero la verdad es que si de entrada recibirá un salario cercano a los 40.000 pesos por la antigüedad, aunque se ha pasado más tiempo de licencia que lo que ha trabajado, mientras la mayoría de los trabajadores cobran sueldos por debajo de la línea de pobreza, nos genera desconfianza y enojo, porque esa acción habla a las claras de su postura; es decir, ‘haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago’”. La Junta Ejecutiva recordó que en diciembre pasado, “hubo muchos sindicalistas que aplaudieron la reforma tributaria en la provincia, y la impulsaron. Nosotros, en Agmer Paraná, siempre fuimos coherentes y dijimos que la íbamos a pagar los trabajadores y jubilados, no los ricos. Hoy quedó evidenciado que teníamos razón. Lo cierto es que algunos dirigentes sindicales deberían dar explicaciones porque apoyaron todo este tiempo al gobierno y no a las demandas de los trabajadores. Hablo de la CTA Entre Ríos, que conducen Luis Galligo y Elizar, y a nivel nacional Hugo Yasky, quien aplaudió el lanzamiento a la precandidatura a presidente de Urribarri. Ellos son responsables también de que no logremos las reivindicaciones para el sector”. Por eso, insistió en que la licencia del secretario adjunto de CTA Entre Ríos responde “al acercamiento que tiene con el gobierno. Y el premio que recibirá ahora, si asume como gerente Prestacional de Iosper, con un salario cercano a los 40.000 pesos, es una muestra más que de que es un vocero calificado de esta gestión. Lo peor del caso es que controlará una caja millonaria y decidirá cómo atender a determinados afiliados. Con las muestras de su accionar, mejor sería que se dedique a otra cosa”, aconsejó. El cuerpo también recordó que Elizar integra Unidos y Organizados, un frente de fuerzas y partidos políticos de corte progresista, peronista y socialista, formado como base de apoyo al gobierno de Cristina Fernández en 2012. Y justamente, “no lo oculta, porque es referente en Entre Ríos de Encuentro por la Democracia y la Equidad (EDE), la fuerza política que lidera Martín Sabbatella. Entonces, con ese sesgo partidario, ¿qué garantía tenemos los trabajadores? ¿De qué independencia gremial hablamos?”. Que hay privilegios para los amigos del poder y que sigue habiendo ‘hijos y entenados’, no hay dudas. Cuando se aprobó la ley en la Legislatura que otorgaba licencia gremial a los dirigentes de la Asociación de Judiciales de Entre Ríos (Ajer), la norma fue vetada por el entonces gobernador Jorge Busti, pero la realidad es que esa situación derivó a resultas de un pedido del que era presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Daniel Omar Carubia. Luego de ello, el Superior Tribunal informó que otorgaba la licencia gremial, siempre y cuando el sindicato se hiciera cargo de los salarios de los dirigentes, pero la realidad es que el gremio no puede asumir ese costo. En la práctica, ese hecho es irrealizable porque los recursos de los que disponen son mínimos. Fuente: AIM.