Martínez Garbino cuestionó al gobierno por la insegurida

“La seguridad ciudadana -continuó- debe ser una obsesión. En Entre Ríos la inseguridad es una realidad, no una sensación, y no está dada por los grandes hechos, sino por los llamados delitos de goteo, los pequeños ilícitos que no son denunciados, ni investigados. Y lamentablemente esto va cambiando poco a poco nuestros hábitos de vida, muchas veces sin que nos demos cuenta. Días pasados un sacerdote me contaba que para la misa de nochebuena ya no concurre la familia completa, ya que un miembro de la misma se queda a cuidar la vivienda. Y algo similar ocurre con las vacaciones, donde a menudo alguien debe quedarse de casero. Si esto no es el triunfo de la inseguridad no sé que más datos estamos esperando”. En tanto, dejó en claro que “nuestra crítica excede a la Jefatura Policial porque en definitiva ésta no es la máxima responsable de lo que sucede, ya que los cambios profundos que necesita y merece este tema dependen más de una clara y firme decisión política superior”. Según el candidato gobernador de la Concertación, la inseguridad “golpea con más fuerza a los sectores de escasos recursos, porque tal vez el robo de una bicicleta signifique que esa familia no pueda reemplazarla y se quede sin su medio de transporte”, dato que muchas veces “no tenga presencia en los medios de comunicación, pero que afecta de manera concreta a miles de familias entrerrianas”. Para Martínez Garbino, este estado de cosas “marca el completo desinterés de quienes gobiernan por solucionar las cuestiones de fondo, ya que ni se interviene directamente en la cuestión policial, ni se instrumentan acciones profundas y concretas para paliar el déficit que tienen los juzgados provinciales”. En este sentido, señaló que “en su momento nos pidieron que aportáramos ideas para atacar este serio problema que hoy sufre la provincia, y lamentablemente hoy tenemos que decir que no se ha emprendido una sola acción relacionada a las propuestas, que por otro lado, desnudaban falencias profundas en la Policía y la Justicia”. Cabe recordar que Martínez Garbino había planteado en una solicitada publicada en distintos medios gráficos la necesidad de “despolitizar la Policía, ya que se observa una fuerte injerencia de la política en destinos, cargos y ascensos, lo cual produce indisciplina, rotura de la cadena de mandos y conspira contra el espíritu de cuerpo; definir como tarea central a la prevención y la investigación, por lo tanto resulta necesario liberarla de otras actividades auxiliares que hoy cumple la Policía, debido a la cantidad de personal que insume y gastos que acarrea; la jerarquización de los Institutos de Formación y de la carrera policial; el reconocimiento de un haber salarial que dignifique al cargo y a la función policial y que lleve tranquilidad al núcleo familiar del agente policial y la creación de los Consejos Locales de Seguridad con amplia participación de la sociedad., compartiéndose con el mismo las definiciones de criterios y estrategias sobre prevención”, entre otros. Además, repitió la necesidad de “tener una política de seguridad, ausente por completo en la provincia, además de cuerpo policial profesional, motivado, con la suficiente capacitación y entrenamiento, bien remunerado, y que entienda principalmente que está al servicio de la comunidad, ya que la Policía no puede ser más un botín del gobierno de turno”. Al respecto, agregó que “lo que nosotros venimos denunciando desde hace tiempo respecto de la influencia del poder político sobre la justicia, acaba de tomar mayor relevancia porque un prestigioso diario de Buenos Aires incluyó recientemente a Entre Ríos entre las provincias donde la política ha venido teniendo injerencia en las decisiones judiciales. Esto sabemos que no es nuevo, pues como es sabido los amigos del gobernante terminan ocupando los cargos estratégicos, sobre todo en el área penal; y en este sentido el posterior comunicado del Superior Tribunal de Justicia declamando “independencia” termina desnudando aún más la realidad, ya que como reza el refrán popular “hay que pegarle al chancho para saber quien es el dueño”. Fuente: Infover.