Jueves 10 de Abril de 2008, 19:21

Martínez Garbino pidió un nuevo sistema de coparticipaci

| El diputado nacional Emilio Martínez Garbino (Concertación Entrerriana) expresó ayer en referencia al período de tregua decidido por el sector agropecuario, que el mismo abre una oportunidad inmejorable “para la apertura de un diálogo serio y cierto con el gobierno”, al tiempo que “da la posibilidad a este último de corregir un estilo, una forma de gobernar que tiene hasta hoy como pilares la soberbia y la sordera”.

Otro aspecto importante de este conflicto es que “ha logrado poner en la agenda pública y social un tema que no había penetrado. Ahora, la gente tiene más elementos, comienza a conocer como es la cadena productiva y el funcionario a tener presente que la leche no sale de la heladera, sino que ese sólo es el corolario de un largo proceso”, dijo. “Debe ponerse todo el acento en la economía real, donde los pequeños y medianos industriales y productores agropecuarios terminan siendo el motor de la economía. Está claro que los modelos de concentración de la producción hoy no aseguran una distribución más equitativa y justa de la riqueza”, aseguró. Consideró que todo este conflicto desnudó otro gran tema de la argentina, que parece tabú para algunos gobernadores y legisladores: la coparticipación federal - que en realidad cada día es más unitaria-. Por ejemplo, debe apreciarse que la distribución del ingreso, en nombre de la que tanto se llenan la boca, sería más equitativa si la coparticipación fuera más justa”. Para el diputado por Entre Ríos tanto los gobernadores como los legisladores “no pueden ser más mandaderos del gobierno central en detrimento de la economías regionales que ellos representan políticamente y deben promover, con firmeza -sabiendo que la justicia guía dicho reclamo- la discusión de un nuevo sistema coparticipable”. “Aquí sí se pone en juego realmente un nuevo modelo de distribución de la riqueza. Este reparto, de neto corte centralista y unitario, debió ser transformado hace más de una década por mandato constitucional y marca que aún hoy la Nación se apodera de una desmesurada porción de la torta impositiva”, enfatizó. En este marco, sostuvo que un buen comienzo para una mejor distribución del ingreso sería que cada provincia reciba lo que se merece. “Incluso hoy ni siquiera se cumple con el mínimo que la ley indica que sea girado a las provincias. Los números muestran una realidad: las provincias han perdido participación en el reparto. “Tal es así, que desde 2002 a hoy, las provincias resignaron a favor de la Nación 9.390 millones de pesos, equivalente a una pérdida mensual promedio de $134 millones en concepto de transferencias automáticas de recursos coparticipables. Para que se entienda mejor: en términos reales antes el gobierno central se quedaba con un 55 % y las provincias con un 45 %. Hoy, la Nación se queda con el 77% y las provincias tan sólo con el 23%”.