Martínez Garbino pidio al Gobierno que abandone la soberbia

“El momento que vive el país -continuó- no sólo por las implicancias económicas y políticas, sino también sociales, es de suma gravedad, por lo que hay que evitar que todo ello derive dañando la institucionalidad. Es tiempo de dar lugar a una mirada de país esencialmente federal. Hoy, más que nunca, todos los sectores debemos coincidir en hacer un llamado a la responsabilidad. Aquí no debe haber ni vencedores, ni vencidos. Se impone el diálogo, la autocrítica y la madurez para enfrentar los problemas estructurales de la Argentina”. El legislador también aseguró que “hay que mirar para adelante y debe aflorar la grandeza para dar lugar a debates que no pueden esperar más y eso necesita del consenso de todos los actores, políticos y sociales. Debemos acordar que modelo de país nos planteamos para hoy y para el fututo. Es urgente la rediscusión de la coparticipación federal, una verdadera redistribución del ingreso y bucear en los problemas macroeconómicos para que salga a la luz la economía real”, aseguró. En la visión de Martínez Garbino “el reclamo del campo es una expresión sectorial, pero detrás de él hay muchas realidades similares que hoy no soportan las condiciones de este modelo, por lo que el abanico de las temáticas a tratar debe ser muy amplio”. En este sentido, abogó por una etapa que se inicia donde los diversos actores puedan comenzar a discutir y consensuar políticas de estado, donde se tiren sobre la mesa “los grandes temas del país y nos pongamos a trabajar sobre programas a mediano y largo plazo, desplazando el eterno abordaje de la coyuntura”. Asimismo, remarcó que este llamado de atención que ha sufrido el gobierno no deja lugar sino a “la construcción pluralista, donde cada uno aporte desde su rol; sabiendo que para ello es condición necesaria vencer las diferencias y los antagonismos para trabajar en un proyecto nacional que contenga a todos, donde a partir de un debate profundo encontremos las soluciones a nuestros problemas, sin mezquindades ni sectarismos”. En otro orden, remarcó que “hoy no podemos hablar de que esto es una lucha contra que, contra algo o contra alguien. Tenemos que convertirnos en constructores de una sociedad más justa, más equitativa, de oportunidades para todos”, al tiempo que aseguró que “el rencor y la bronca sólo logra dividirnos; la esperanza y la generosidad nos permiten avanzar. Todo tiene que dejar paso a un país más integrado, más real y más justo. Por último, renovó el llamado a todos los sectores políticos y sociales “para avanzar hacia un país federal que deje definitivamente de lado este formato unitario. Debemos mirar más allá de nuestras pertenencias porque el momento así lo exige y porque de una vez por todas la mediocridad ceda ante la inteligencia y el compromiso real”.