Lunes 5 de Octubre de 2009, 11:01

Miles de cajas de medicamentos vencidos permanecen en depósitos

| Miles de cajas de medicamentos vencidos, pertenecientes al plan nacional Remediar, se encuentran en depósitos de centros de salud. Algunos de esos medicamentos vencieron a principios de 2008, mientras que otros en los primeros meses de este año. Lo grave del hecho es que muchos de ellos se encuentran junto a cajas de leche en polvo, que se entregan a diario en todo Entre Ríos. El titular de Salud, Pablo Basso, reconoció la irregularidad del hecho, aunque indicó que “se está trabajando en una pronta solución para retirar los medicamentos vencidos y depositarlos en un galpón” que dependería del Ejército.


El Plan Remediar es un programa de provisión de medicamentos instrumentado por el gobierno nacional y con destino a todo el país. Fue puesto en marcha en el 2.002 por el entonces ministro y hoy diputado nacional Ginés González García y en nuestra provincia abastece a un total de 318 centros de salud, con una inversión estimada en 2.242.943 pesos mensuales, a valor de mercado. El listado incluye unas 100 formas farmacéuticas y la actividad promedio mensual de los últimos 12 meses arroja estos resultados: 159.733 consultas, 49.027 recetas y un promedio de consultas de 30,7 cada 100. El programa nacional funciona al dedillo, pero tiene un grave problema, sin solución, que se viene repitiendo a través de las últimas gestiones en Salud y que esta administración tampoco ha solucionado: los lotes de medicamentos vencidos. Existen miles de cajas de medicamentos en diferentes centros de salud del territorio entrerriano, que hace más de un año se encuentran en tales lugares sin ser retirados, tal como establece el protocolo oficial que consta en el sitio web remediar.gov.ar. Allí dice, específicamente, que “entre los días 15 y 20 de cada mes se deberán retirar todos los medicamentos, cuya fecha de vencimiento coincida con el mes en curso”. La lista de medicamentos vencidos incluye a: Acido valproico (jarabe anticonvulsivo); Amoxicilina por 500 g. (16 comprimidos-antibiótico); Atenolol (50 mg. por 30 comprimidos-antihipertensivo); Nistatina (suspensión por 240 mm, antibiótico de uso ginecológico); Cefalexina (por 8 comprimidos, antibiótico infecciones urinarias); Furozolidona (por 30 comprimidos, diurético); Ibuprofeno (por 10 comprimidos, analgésico y antipirético). Lo preocupante del caso es que se dejaron vencer toneladas de medicamentos, con lo que ello implica y con las necesidades sociales existentes. Luego de vencidos no se efectuó el protocolo de rigor para dar de baja a estos remedios. A ello hay que sumarle que los medicamentos vencidos ocupan “lugar” y con el tiempo pueden ser motivo de severas consecuencias sanitarias. En algunos centros de Paraná, por ejemplo, los medicamentos vencidos conviven en el mismo lugar con cajas de leche en polvo entera marca Sancor. Según publica el colega Daniel Enz en el sitio Análisis Digital los centros de salud han solicitado respuestas al problema y lo más nuevo que se le ha dicho es que “por ahora lo dejen ahí”. Los reclamos datan de hace más de un año, pero ni en la Secretaría de Salud, ni en la Dirección de Atención Primaria -que depende de la subsecretaria de Promoción y Prevención de la Salud, doctora Fabiana Leiva, hubo respuesta alguna. De acuerdo a lo determinado por ese sitio de noticias, existen no menos de cinco centros de salud con sede en Paraná que se encuentran con medicamentos vencidos, pero tal instancia se ve reflejada en la mayoría de dependencias similares de buena parte de la provincia. Obviamente, la situación no es nueva: en la administración del entonces secretario de Salud, el médico José María Legascue tiró la renuncia al cargo en mayo de 2007. Por esos días, el semanario Análisis había dado cuenta, en nota de tapa, el amplio depósito de la repartición, en total estado de abandono, donde se encontraban grandes cantidades de remedios, jeringas, sueros, soluciones medicinales, que fueron “descartadas” por el deterioro en el que quedaron, y que habían sido enviados por el gobierno nacional. Al parecer, la rotura de un caño anegó el subsuelo de la Secretaría de Salud y estropeó los lotes de medicamentos que se guardaban allí. Ante el hecho, Legascue en persona ordenó deshacerse de todos estos insumos, lo que se empezó a realizar en el más estricto silencio, en una madrugada de mayo, donde a través de la asistencia de camiones de Vialidad Provincial, se transportaron alrededor de 12 toneladas de medicamentos para ser incinerados. Así, el secretario de Salud creía desentenderse de otro tema que generaría escándalo público y que iba a desembocar en su expulsión del cargo, tal como había sucedido con la ex ministro de Salud y Acción Social, Graciela Degani, cuando ordenó incinerar alimentos. El secretario de Salud, Pablo Basso, al ser consultado anoche por este sitio, reconoció la irregularidad, acotando que “el problema viene desde hace rato y no se ha podido solucionar, pese a nuestros intentos”. Afirmó que el programa Remediar funciona correctamente en todo el territorio provincial, acotó que “no faltan medicamentos”, pero el vencimiento de muchos de ellos se produce porque “en algunos lugares se usan más y en otros menos”, provocándose la situación denunciada. Basso dijo que la semana pasada se habló con los técnicos de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), con quienes, además de otros temas, se consideró tal irregularidad y con gente de Medio Ambiente de la provincia, para ver cómo se destruyen los medicamentos vencidos. “Se está trabajando en una estrategia común, que le terminaremos de dar forma en los próximos días”, acotó, revelando a su vez que se está avanzando en la contratación de galpones con sede dentro de la Segunda Brigada de Caballería Blindada de Paraná, para depositar allí los medicamentos fuera de plazo. Fuente: Análisis Digital.