| En los próximos días, el abogado Ricardo Monner Sans hará una séptima presentación, con nuevas pruebas, en el marco de la causa iniciada por la estafa de las grandes cerealeras exportadoras.
Se trata del caso que, tras su denuncia, investiga cómo firmas como Louis Dreyfus, Cargill y Aceitera General Deheza S.A, entre otras, habrían declarado exportaciones no concretadas, previo a la instrumentación de la Resolución 125 de retenciones móviles.
De este modo, al momento de concretar la operación de compra a los productores, cargaron a éstos con la alícuota mayor, vigente a ese momento, a la vez que exportaron con la que regía al momento de la declaración jurada realizada por las grandes empresas.
Monner Sans lo ilustra de este modo: “El exportador trababa derechos de exportación sin pagar un solo peso al productor. ‘Algún día le voy a comprar’, le decía. Trababa a 100 pero el día que compraba los derechos de exportación eran de 150 y eso le cobraba al productor aunque pagara 100 porque ya habían formalizado la operación. Esos 50 se constituyeron en un doble agravio: al productor y al fisco”.
La denuncia, realizada en los primeros días de abril por Monner Sans y el ex legislador nacional Mario Cafiero, parece ser ahora preocupación del Gobierno nacional.
Al respecto, Monner Sans ironizó: “Esto lo descubrimos en marzo pero Página 12 y (Horacio) Verbitsky lo descubren el domingo pasado (el tema, y la supuesta decisión oficial de aportar a la causa, fue tapa del matutino porteño). Vamos a hacer ahora la séptima presentación, con nuevas pruebas, ante el Juzgado Nº 8”.
Apuesta a que “la densidad del expediente, la cantidad de elementos aportados, hace muy difícil que se planche esta causa” aunque se preguntó: “¿Habrá algún momento en que el Poder Judicial deje de tener miedo?”.
Monner Sans, definitivamente, no cree en la vocación de Cristina Fernández de echar luz en la denuncia. Y para fundar su postura, señaló: “Acá se contó, al menos, con la displicencia de la Aduana. ¿Quién estaba al frente de la Aduana? Ricardo Echegaray. Bien. ¿Dónde está ahora Echegaray? En el Oncca, que tiene mucho que decir respecto del caso. Me pareció que si era cierto que el Gobierno se iba a meter de lleno en el asunto, Echegaray no podía agarrar ese cargo”, subrayó.
Monner Sans, presidente honorario de la Asociación Anticorrupción -que conducía el fallecido Ricardo Molinas-, formuló denuncias varias en la década menemista, entre las que se destaca la de la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.
Pasados esos tiempos, no encontró motivos para cesar en su tarea. Ha realizado acusaciones a la gestión de Néstor Kirchner y ahora, a la de Cristina. Apuntó contra el Tren Bala; pidió la citación del ex presidente a raíz de sus denuncias de desestabilización; fue contra la titular de Medio Ambiente, Romina Picolotti; señaló irregularidades en la Aerolínea Lapsa.
De una comparación, respecto del modo en que opera la corrupción que denuncia entre las dos gestiones de signo justicialista -la de Menem y las de los Kirchner-, Monner Sans no demora en afirmar: “Mi convicción personal es que el nivel de corrupción es mayor. Igual o mayor que lo que se vivió en un tiempo más extenso como son los diez años de Menem”.
En abogado añadió que su tarea “es mucho más dificultosa que antes”. “Tengo mucho menos documentación porque el kirchnerismo ha sabido clandestinizar mejor la información. Y además, cuesta acceder porque la gente tiene mucho miedo a entregarme material que sí me entregaban en tiempos de Carlitos (por Menem). Sobre todo hay más miedo en Comodoro Py”, apuntó en relación a la Justicia.
Tomó, de la gama de casos, el que apunta a Picolotti quien deberá responder con su patrimonio si no se realiza la obra de limpieza del Riachuelo. “La corrupción no es sólo sacar dinero y desviarlo en beneficio propio, o en beneficio del Robo para la corona, como hubiera dicho Verbitsky si siguiera siendo el mismo. La corrupción también consiste en tener inútiles que sirvan para el designio presidencial”, fustigó.
Fuente: El Diario de Paraná.
