Domingo 10 de Agosto de 2008, 13:21

Montiel: "Las retenciones violentan a las provincias"

| “A mí me interesaba hacer un balance de lo que han sido estos 25 años desde la recuperación democrática”, anticipa Sergio Montiel, de 80 años, dos veces gobernador y dirigente del radicalismo que espera triunfar en las elecciones partidarias.

En el balance de Sergio Montiel, se subraya que “mejoró el nivel de vida de la gente: el acceso a la educación, al sistema de salud, a mejores viviendas. En la vida económica es poco lo que se ha cambiado. Pero el balance no es negativo. No quiere decir que los problemas estén resueltos pero no es negativo”, añade. [b]-¿Cuál es el balance en el funcionamiento institucional?[/b] -No creo que hayamos avanzado mucho. La falta de presencia de los partidos, de las identidades políticas, influye mucho. Vivimos ciertas ficciones institucionales: teóricamente somos un país federal y no es verdad; somos una República y no es del todo cierto; decimos que vivimos en democracia y no vivimos realmente en democracia. Hay, sí, mayor libertad personal. La gente ha ido tomando conciencia de los derechos que tiene, tal vez no de las responsabilidades, entonces participa, reclama, sale, se expresa. [b]-Pero no son los partidos los que canalizan esa expresión.[/b] -Los partidos de 1983 eran partidos fuertes, hoy no. Este es uno de los grandes déficit institucionales. La gente toma inmediatamente partido ante cualquier evento, sale a expresarse, tal vez no de la mejor manera. Se corta una calle, una ruta. Se ha avanzado, en todos los casos, porque ya no hay ninguna tendencia hacia la violencia. [b]-¿Cómo analiza la expresión popular que suscitó el reclamo del campo?[/b] -Fue una expresión frente a una situación que está descarriada institucionalmente. Si las instituciones realmente rigieran, si viviéramos en una democracia fuerte, la gente no necesitaría salir a las calles. Sucedió en todo el país y esto es muy sintomático. Se plagaron de gente los caminos porque había un reclamo que no encontraba otro procedimiento porque las instituciones no funcionaban. Lograron, sí, que algunas de ellas empezaran a funcionar como es el caso del Congreso de la Nación. Es un avance un poco a los empujones. Lo que debiera ser normal, que el Congreso sea caja de resonancia del reclamo popular, sólo se dio a los empujones. Luego del proceso en el Congreso ya no vemos más ni cacerolazos ni cortes de ruta. El reclamo del campo adquiere carácter nacional, no por ser un reclamo sectorial, respetable, sino porque al reclamo sectorial se agrega al de todo el país. Ocurre algo que nunca había ocurrido: los porteños y los provincianos nos pusimos de acuerdo. La presencia de los dirigentes agrarios en Buenos Aires ha sido espectacular, una cuestión absolutamente llamativa. Han sido recibidos con respeto, con cariño, como nunca antes había sucedido. [b]-¿Lo conoce a Alfredo de Ángeli personalmente? [/b] -No. Me parece que es un hombre honrado, serio, de gran carisma y tiene una inteligencia. El dice que hizo el sexto grado, pero tiene una inteligencia natural un poco más alta que la del común. Tiene una ubicación frente a los problemas notable. [b]-¿La Nación debe sostener las retenciones?[/b] -Creo que no tiene que haber impuesto a la exportación. Hubo un debate formidable, en 1865, en la Cámara de Diputados. Se vencía el plazo que se había puesto para el derecho a la exportación y los mismos que se habían opuesto son los que vienen a defenderlo. El debate es excelente. En aquel entonces se lo establece para salvar la situación financiera a raíz de la Guerra del Paraguay. Esto de cobrar un porcentaje por el precio de venta no es ni equitativo ni proporcional como lo dice la Constitución. El muy rico y el muy pobre pagan igual. Debe haber otros impuestos que tengan en cuenta el capital, el trabajo y la producción como el impuesto a las ganancias. Las retenciones violentan a las provincias. Todas producen algo: Mendoza tiene viñedos, frutas, nosotros aportamos pollo, carne, huevos. [b]-Hablando de Mendoza. ¿Alguna vez trató con Julio Cobos?[/b] -No lo conozco personalmente. [b]-¿Siguió el debate en el Senado esa noche?[/b] -Si. Cobos cumplió bien su función de vicepresidente. [b]-Parecía asustado.[/b] -¿Usted cree que tomar una resolución como la que tomó se la puede tomar sin miedo? Lo importante es que venció el susto. Se dice que se excedió en sus funciones. A raíz de esto leí un poco de historia. El vicepresidente de Juárez Celman era Pellegrini. Cuando Juárez Celman se enfrenta a su etapa final, que llega con la revolución del 90, su vicepresidente le manda una carta donde le dice un montón de cosas. Tantas cosas que se la conoce sólo en pedazos a esa carta. Le puso los puntos sobre las ies, cumplió su función. Casi se puso al frente de las tropas de los revolucionarios. Y se tuvo que hacer cargo del gobierno. Cobos actuó dentro de las atribuciones que constitucionalmente le corresponden. Y por otro lado, no es del partido oficial. Fue expulsado de la UCR, yo fui uno de los convencionales del partido que voté la expulsión. Cobos hizo una concertación con el Gobierno y sus compromisos llegaron hasta un punto. Debemos agradecerle la tranquilidad en la que entró el país. Me hago una pregunta ¿que pasaba si Cobos votaba con el Gobierno? Se incendiaba la República. [u]Para destacar[/u] Duhalde. “Es el padre de Kirchner. No hubiera sido presidente si Duhalde no hace la maniobra que transformó a la elección presidencial en una interna del PJ. Cumplió una función seria como Presidente. Yo se lo reconocí personalmente alguna vez. Pero en esto se equivocó de punta a punta. Duhalde trata de salvar al peronismo pero acá se trata de salvar las instituciones”. Urribarri y el conflicto del campo. “Fue, más que un gobernador, un peronista obediente. Debió defender la provincia, la producción. Hubo una fuerte presión bajo el pretexto de que si no se obedece, no mandan plata. Leí que están restringiendo dinero a las provincias, pese a la obsecuencia”. [u]La reforma[/u] “No estoy de acuerdo con la forma como se hizo esta Convención. Tengo mis muy serias reservas. Llama la atención el tiempo que lleva”. Gestión polémica. Cuando se le pregunta sobre cómo define su segundo mandato, Montiel repasa sus obras y explica el contexto de crisis económica e institucional junto con “una oposición salvaje” que impidieron sus objetivos. Si se le pregunta qué hubiera hecho de otro modo, se cuestiona haber desistido del proyecto cooperativo de telecomunicaciones. “Me pareció que la situación financiera no era la adecuada”, lamenta. [b]La interna de la UCR[/b] “Los radicales de Entre Ríos estamos en una situación un poco privilegiada respecto de otras jurisdicciones. No tenemos radicales K ni grupos como el de Stolbizer. Tenemos un partido que, mal o bien, funciona y un piso electoral relativamente importante. Debemos lograr que la gente que conduzca la UCR no tenga vergüenza como ha ocurrido con algunos que escondían el escudo y hacían aparecer su nombre. Tampoco queremos dirigentes que se pongan al servicio de causas políticas que no son las nuestras. A esto hay que superarlo”. [b]-¿Quién es su candidato para el Comité? [/b] -No hablamos de candidatos sino de un proceso de recuperación del radicalismo y los candidatos van a surgir de ese proceso. [b]-¿Hay que evitar la interna?[/b] -Queremos que haya internas. Por una razón. Es importante que los radicales tomen posición y ejerzan su poder. [b]-¿Usted es candidato?[/b] -Estoy dispuesto a ayudar al partido para que salga adelante pero ser candidato para las elecciones generales no. [b]-¿Para la partidaria si?[/b] -Yo puedo ser un muy fuerte partícipe. [b]-¿Cómo evalúa la gestión de Kisser?[/b] -Tuvo aciertos y errores. El problema es la composición del Comité de Kisser que es muy corporativa o cooperativa: dos de allá, dos de acá. Para armar las mayorías es una tragedia. Creemos que un sector tiene que ser mayoría porque alguien tiene que ser responsable. La etapa de Kisser está cumplida, terminada. Hay que hacer algo distinto. [b]-¿Qué opina de la sanción a Villaverde y Zambón?[/b] -Creo que las indisciplinas deben ser sancionadas. Fuente: Luz Alcain de la redacción de El Diario.