Papeleras: enfrentamientos y los rumores de renuncia

Continuó creciendo el duro enfrentamiento de ambientalistas con el Gobierno uruguayo que ha autorizado la instalación de dos fábricas de pasta de celulosa con la que se produce el papel. En el mediodía del viernes 27 manifestaciones en la zona de Puerto Madero que aparentemente intentaban obstaculizar la partida de los ferry hacia Montevideo mostraron el grado de incremento del conflicto que ha involucrado a la cancillería argentina y uruguaya y a varios gobernadores argentinos. El principal afectado es el mandatario de la provincia de Entre Ríos, Jorge Busti a quien se lo acusó abiertamente de haber pedido “sobreprecios” a las empresas finlandesas fabricantes del papel, en un artículo editorial del diario Clarín del domingo último con la firma del columnista Julio Blanck. El concepto central de la nota editorial del diario se asemeja a aquella denuncia que se denominó en su momento “Swiftgate” que caracterizó a un sonado caso de pedido de coima en el que tuvo que intervenir el embajador de los Estados Unidos. El primero en criticar duramente a su par entrerriano acusándolo de incentivar los cortes de ruta y del puente que une Gualeguaychú con Fray Bentos fue Felipe Solá en la provincia de Buenos Aires. “No hay que ser histéricos. Si tuviéramos una oferta para poner fábricas de pulpa de celulosa en el país, muchos gobernadores estudiaríamos el tema para ver cuál es la tecnología menos contaminante”, había dicho Solá. Por su parte Juan Carlos Romero, mandatario de Salta calificó a Busti de “encabezar un gobierno piquetero”. La respuesta del entrerriano no se hizo esperar: “que Romero se ocupe de los problemas de Tartagal y que Solá se ocupe de los problemas del conurbano. No opinemos de cosas que no sabemos, que no conocemos”. El conflicto de las papeleras derivó también en una entrevista que Busti mantuvo con el presidente Néstor Kirchner tras lo cual crecieron las versiones sobre la renuncia del mandatario provincial. Surgió después la idea de recurrir a la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya para que resolviera el caso pero al finalizar la semana esta idea parecía haber sido descartada. Según el lenguaje diplomático los ambientalistas y los vecinos de Gualeguaychú están practicando la teoría del “incrementalismo”, es decir llevar la situación a los máximos niveles de tensión. Por su parte Uruguay, donde gobierna Tabaré Vázquez de orientación socialista, de tres millones y medio de habitantes aprovechó la oportunidad que le brindaban las empresas finlandesas para obtener notables ganancias y mano de obra ocupada. No se advertía hacia el fin de semana ninguna solución ya que los ambientalistas anunciaron el cierre permanente del puente “por tiempo indeterminado”. Por Luis Torres (www.26noticias.com.ar)