Lunes 24 de Noviembre de 2008, 14:22

Para Martínez Garbino la situación del campo es "al

| El diputado nacional Emilio Martínez Garbino (Concertación Entrerriana) indicó que la situación del campo argentino “dejó de ser preocupante para pasar a ser alarmante”, al tiempo que remarcó que “esto se refleja no sólo por la crisis internacional, sino que como factores primordiales hay que contar la desatención y la permanente improvisación del gobierno, como así también el incumplimiento de las pocas cuestiones pactadas, y en esto vaya como ejemplo el nuevo fracaso del acuerdo lechero”.

“Que el campo viva hoy una de las peores etapas que se tenga memoria es consecuencia de llevar adelante políticas sin consenso, con ejes en antiguas antinomias y donde no aparece el diálogo serio y maduro que se impone como necesario”, criticó. El legislador entrerriano aseguró que “si queremos más ejemplos de esta alarmante coyuntura tomemos el caso de las más de mil vaquillas y vacas Holando -raza de producción lechera- que entraron a Liniers esta semana para ser faenadas. Sepamos también que un 4% de los vacunos faenados en los últimos tres meses en frigoríficos dedicados al mercado interno eran vacas preñadas. Y la cantidad de terneros "nonatos" que se descartan se multiplicó un 800%. De esto se desprende que la desidia, la ausencia de políticas serias para todos los sectores del abanico agropecuario, son moneda corriente en este gobierno, poniendo en riesgo de quiebra real y concreta a miles de productores, y por extensión de empresas del sector agroindustrial”. Para Martínez Garbino “en momentos donde lo aconsejable sería buscar mecanismos para que no caiga el consumo ni el empleo, apoyar al sector productivo, eliminar del gasto público todo aquello que sea posible, dejar el enfrentamiento estéril contra el campo resulta primordial. El gobierno no sólo juega con fuego, juega con el trabajo de miles de argentinos, ya que esta situación está dejando la cesantía de miles de empleados de empresas metalmecánicas asociadas a la producción agrícola, como así también perjudica a miles de comercios del ramo, que hoy ven disminuir sensiblemente sus ingresos y deben recurrir a medidas drásticas, como es el achicamiento de personal y el freno absoluto a la inversión”, destacó. Por último, instó a recordar y revalorizar el rol del campo como principal actor cuando hubo que empezar a salir de la crisis. “El campo viene invirtiendo hace muchos años, el sector apostó en los momentos que nadie arriesgaba y partir de ellos el país comenzó a asomar la cabeza nuevamente. Hoy el campo está entrando en recesión. Hay menos producción y empleo en todo el interior. A ello se suma la liquidación de vientres; un nuevo golpe a la extinción de pequeños productores agrícolas que ya no les alcanza ni para subsistir; entre muchos otros signos de esta profunda problemática. Por ello, a grandes problemas, grandes soluciones. Esta realidad necesita la imperiosa intervención de todos los resortes del Estado, empezando por el compromiso ineludible de la presidenta y de los gobernadores, lamentablemente más interesados hoy en mostrar lealtades partidarias, que por el presente y futuro de sus coprovincianos”, fustigó.