Sábado 15 de Octubre de 2011, 17:11

"Urribarri no está preparado para gobernar en un contexto

| La Contadora Mónica Lifschitz, la basavilbasense que integra los equipos técnicos del Frente Entrerriano Federal, afirmó que Jorge Busti “cerró todos sus Ejercicios con superávit, en tanto que Urribarri, pese a un mejor contexto, lo hizo siempre con déficit”.

En la conclusión expuesta en el trabajo de la Contadora Lifschitz en el que asegura que Jorge Busti “es el único que le puede dar viabilidad y administrar seriamente a esta provincia”. “Está fuera de discusión en este mundo de economías globalizadas, que la Argentina no escapará a las consecuencias de la agudización de la recesión mundial que se vaticina a partir del 2012, por ello la devaluación de las monedas y el precio de los commodities en baja. Estas conclusiones no tienen nada de arbitrarias, pues inclusive han sido ratificadas por las autoridades nacionales, dado que en la elaboración del Proyecto de Presupuesto 2012 se contempla una sustancial desaceleración del crecimiento económico. Dentro de ese complicado panorama no cabe omitir dos grandes problemas internos a solucionar: la agudización de la inflación (que se estima en un 27%) y la fuga de capitales (que en este año llegaría a los U$S 22.000 millones), ambas consecuencia de la falta de una política prudente en materia fiscal y monetaria. A este cuadro sumémosle la desaceleración del crecimiento de Brasil, nuestro principal socio comercial, con una devaluación de su moneda en un 20%, lo que afecta fuertemente la competitividad de nuestros productos. Esto lleva a la desconfianza de los inversores, que se ve reflejada en la inversión extranjera directa, que llegará a los U$S 6.000 millones (apenas el 0,7% del total estimado para América Latina). Si a esta crítica situación a nivel nacional que se avecina le agregamos la fenomenal centralización de los recursos que ha hecho el gobierno nacional en estos últimos ocho años, podemos afirmar contundentemente que el panorama financiero para las provincias y municipios será aún mucho más grave que a nivel nacional. Yendo a Entre Ríos, vemos que tras recuperarse de la pesada herencia del gobierno de Montiel, hasta el año 2007 se contaba con equilibrio fiscal, cerrando sus Ejercicios con Resultado Financiero positivo (2004 $212 millones, 2005 $274 millones, 2006 $217 millones y 2007 $142 millones). Luego a partir del 2008 comenzó nuevamente Entre Ríos a ser deficitaria, cerrando con un déficit cercano a los $300 millones, que año a año se fue casi duplicando, lo que arroja un promedio de $500 millones de pesos anuales de desfasaje. En materia de deuda pública consolidada, en el 2003 era de $2.491 millones, cerrando el 2007 en $3.049 millones, es decir que creció a un promedio de un 3,4% anual. Luego la deuda comienza a crecer significativamente, siendo a partir del 2008 de $ 3.231 millones, del 2009 de $3.777 millones, 2010 $4.583 millones, lo que representa un promedio de crecimiento del 15% anual. Por eso cuando termine esta gestión la deuda pública habrá aumentado aproximadamente un 57% con respecto a como fuera recibida. No sorprende entonces que Entre Ríos esté entre las seis provincias más comprometidas desde el punto de vista financiero. Y si uno analiza la ejecución presupuestaria, vemos que cada vez depende más de los recursos extraordinarios que el gobierno nacional viene distribuyendo a su arbitrio. Lo que obviamente es inconcebible si se lo confronta con el concepto de autonomía fiscal y por ende del federalismo que tanto preconiza y defiende el doctor Jorge Busti. A este delicado panorama fiscal debemos sumarle el deterioro salarial sin precedentes que padecen los trabajadores de la administración pública, donde al principio de la gestión de Urribarri los aumentos estaban por debajo de la inflación y actualmente ni siquiera existen, además de haber anunciado el propio Gobernador que en el corto plazo tampoco se darán. Esto a su vez comienza a extenderse también en estos últimos tiempos a otros sectores de la economía entrerriana. La consecuencia de este análisis es que si pese al contexto de bonanza que ha predominado en el país hasta hace unos meses, Urribarri no ha conseguido mantener los números en orden, es fácil advertir que no está capacitado para administrar en un contexto complicado como el que viene. Por lo tanto los números muestran claramente que esta gestión carece de un programa y un equipo económico que puedan estar a la altura de este nuevo escenario económico. Obviamente este gobierno parece no advertir ni prevenir la crisis que se avecina, pues lo peor que le puede ocurrir es adoptar esta situación de parálisis, en la que no se toma ninguna medida ni se rectifica nada de lo que se ha venido realizando”, concluye el informe de la basavilbasense que integra los equipos ténicos del FEF.