POR DEUDA MILLONARIA | La compañía holandesa Boskalis que reclama el pago de unos U$S39 millones, ratificó el pedido de quiebra a Puentes del Litoral y podría quedarse con la concesión del corredor vial Victoria-Rosario.
La empresa holandesa Boskalis ratificó su pedido de quiebra presentado contra el Consorcio Puentes del Litoral, concesionaria del corredor vial Victoria-Rosario, por una deuda que asciende a 39 millones de dólares en concepto de servicios e intereses. Con esta estrategia los holandeses apuntarían a hacerse cargo de la concesión, a modo de compensación.
La firma construyó los terraplenes que conforman 62 kilómetros, equivalentes al 84% de dicha conexión vial, y aduce que sólo recibió el 50% de lo que se le adeudaba por sus servicios.
Boskalis sostiene que queda a su favor un saldo de 36 millones de dólares, más otros 3 millones en concepto de intereses.
El consorcio Puentes del Litoral, integrado entre otras empresas por la gigante alemana Hochtief y la italiana Impregilo, no pudo obtener la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que planeaba para poder terminar la obra, y optó por no pagarle a su subcontratista principal, Bosakalis, según reclama ésta.
El concesionario obtuvo a cambio una ayuda financiera otorgada por el Estado para terminar la obra a tasas incompatibles con un proyecto de infraestructura, y así llegó a pagar por momentos intereses de hasta un 30%.
Según un vocero de Hochtief -a la que se cedió el liderazgo del consorcio a pesar de que tiene la misma cantidad de acciones que Impregilo, 26%-, “la situación luego de la devaluación impidió cumplir con las obligaciones”.
“Nuestra deuda contraída para la construcción del puente es en dólares, mientras que las tarifas de los peajes locales están en pesos”, señaló el informante.
El repago de esa deuda llevó a que la empresa Boskalis pidiera la quiebra del consorcio Puentes del Litoral.
Boskalis-Ballast es una empresa especialista en dragado y fue la encargada de realizar ese trabajo y la construcción de los terraplenes a lo largo de los más de 60 kilómetros de extensión de la obra sobre la zona de islas y del río Paraná.
La empresa se transformó inmediatamente en el principal acreedor privado del consorcio, y luego de tres años de intentos de negociación resolvió pedir la quiebra de Puentes del Litoral.
De esa manera, la compañía holandesa podría, como compensación, hacerse cargo de la concesión del puente vial interprovincial y cobrar con creces la deuda a través del control de sus peajes.
El puente Victoria-Rosario representa una comunicación estratégica para el transporte en el Mercosur, sobre el río Paraná, que une las provincias de Entre Ríos y Santa Fe.
Según datos oficiales, la facturación anual estimada durante el año pasado, para un tránsito de 6.700 vehículos por mes, asciende a 6,41 millones de dólares, sin IVA.
Sin embargo, los aportes económicos para la construcción del corredor vial fueron mayoritariamente estatales. De hecho, de los 315 millones de dólares aportados en el fondo, unos 235 millones de dólares correspondieron al gobierno nacional; el presupuesto original del proyecto era de unos 360 millones de dólares. A eso se suma que aún resta construir el 5% de la infraestructura del puente vial: no se han realizado las defensas de las columnas contra buques ni los taludes de protección para los automóviles, pero los puestos de peaje ya han sido erigidos.
Fuente: diario Uno.
