Domingo 1 de Julio de 2007, 13:33

Reclaman intervención del Gobierno por desmantelamiento de v&ia

FERROCARRILES | Un informe elaborado por los integrantes del Ferroclub Central Entrerriano de Villa Elisa refleja el desinterés y la falta de control del Estado sobre la infraestructura y el servicio ferroviario. Por eso, en forma urgente, solicitan la intervención del Gobierno para salvar lo que aún queda en pie.

Las comunidades entrerrianas que otrora se forjaron al ritmo del ferrocarril son fieles testigos de la desidia, el desinterés y el abandono de miles de kilómetros de vías. Viven con la impotencia de no ser oídos; de haber sido librados a su suerte y casi con resignación asisten a diario al despoblamiento de esas comarcas. En 1992, cuando el entonces presidente Carlos Menem puso en marcha su letal plan privatizador y el traspaso de las empresas estatales a manos de unos pocos favorecidos, se les firmó a cientos de pueblos el acta de defunción y a miles de obreros que pasaron a engrosar las listas de desocupados y fueron marginados con la excusa del mal llamado progreso. Los intentos por reactivar los ramales, en el caso de Entre Ríos, surgieron de la mano de un grupo de ex ferroviarios, que crearon el Ferroclub Central Entrerriano. Fue en 1994, cuando en la abandonada estación de Villa Elisa, un grupo de ex trabajadores comenzó a reunirse para reactivar el ramal Villa Elisa y así desafiar el mandato decretado por el Gobierno central que estableció el “cierre de todos los ramales”, que el servicio funcione en Buenos Aires y en el resto del país, como es el caso de Entre Ríos, tan sólo transite el tren de cargas explotado por la firma brasileña ALL con el compromiso de que se mejore la prestación que era prestada -según el propio Gobierno—“deficientemente” por el Estado. 15 AÑOS. Sin embargo, a 15 años, no sólo no se ha mejorado el servicio, sino que a diario surgen denuncias sobre descarrilamiento de trenes, desmantelamientos de ramales y desaparición de miles de kilómetros de durmientes y vías. Un informe elaborado por los integrantes del Ferroclub Central Entrerriano de Villa Elisa refleja el desinterés y la falta de control del Estado. Como para dimensionar lo que significó la privatización del servicio, en el informe el Ferroclub destacó que antes de la privatización, el ferrocarril estatal empleaba a unas 100 mil personas en todo el país y los trenes circulaban a una velocidad promedio de 90 kilómetros por hora. Las estaciones estaban mantenidas y las vías eran reparadas permanentemente. Pero desde el traspaso, las adjudicatarias pasaron a tener en forma exclusiva los ramales, con la obligación de transportar únicamente carga. Se les entregaron las vías, estaciones y material rodante con la condición de mantener la fuente de trabajo. Pero nada de eso sucedió. Los encubiertos despidos bajo la nominación de “retiros voluntarios”, fueron uno de los primeros pasos que se tomaron. A eso sobrevino, que hace 15 años que la empresa concesionaria acumula denuncias por la falta de inversión y desmantelamiento del patrimonio que fue del Estado. “Las consecuencias están a la vista”, dice Rafael Pirolla, uno de los pioneros en poner en marcha el tren histórico de Villa Elisa y fundar junto a sus compañeros el Ferroclub Central Entrerriano. “A la empresa ya no le quedan locomotoras, han destruido las que tenían para hacer andar las pocas que funcionan, y ahora están destruyendo las 5 que les cedió la provincia de Entre Ríos para que hagan el recorrido Basavilbaso-Villaguay- Concordia”, se denunció en el informe. “Sin locomotoras nuevas y sin inversión es imposible prestar un servicio básico. La empresa está utilizando máquinas que tienen 30 a 40 años; y son del Estado y están usando las vías al extremo de su capacidad. En 15 años no se reparó o renovó nada, salvo donde se producía un descarrilamiento; así está funcionando el sistema de las privatizadas”, se acotó. “Abandono, desidia, indiferencia, desolación, decenas de pueblos en vías de extinción, cientos de kilómetros de vías concesionadas y abandonadas como: Paraná-Concepción del Uruguay; Paraná-Concordia; Concordia-Concepción del Uruguay, Monte Caseros-Corrientes, y ramales que no entraron en la concesión y son tierra de nadie, donde se venden rieles a pedido y los campos y las casas son intrusadas. Esa es la situación de los ferrocarriles”, se indicó en un documento el Ferroclub. Para los fundadores del tren histórico de Villa Elisa, es lamentable que nadie tome cartas en el asunto. “Estamos asistiendo en la Mesopotamia al colapso total del sistema que es tan noble, que soportó 15 años de tropelías de todo tipo. Tres lustros de vías sin mantenimiento es lo mismo que abandonar una ruta 15 años, con el agravante que la gente común no puede verla y expresar su repudio”. “Como corolario de todo, a duras penas funciona El Gran Capitán que anda a 30 kilómetros por hora, en promedio. Para en estaciones oscuras y abandonadas, como es el caso de Villaguay, y tarda 36 horas en llegar a Posadas, Misiones, con suerte. Cuando el servicio era estatal ese mismo recorrido se podía hacer en 18 horas”, se comparó. [b]Denuncia penal[/b] Los fundadores del tren histórico denunciaron que las empresas concesionarias están circulando con trenes con 80 vagones y dos locomotoras juntas traccionando. “Esto estaba prohibido con el ferrocarril del Estado, porque era absolutamente destructor de las vías y durmientes”, se indicó al tiempo que se cuestionó la falta de control. Pero no sólo la empresa está sobrecargando las vías, sino que según consta en una denuncia penal que interpuso la Secretaría de Transporte de Entre Ríos, ante la advertencia del Ferroclub Central Entrerriano, en mayo ALL habría extraído unos 300 metros de vías completas del ramal Caseros-San Salvador y las habría incorporado a su patrimonio en la estación San Salvador. “Lo más increíble ante la evidencia, es que la empresa lo niega. Se apropiaron de vías que no le pertenecen”, se denunció. “Mientras se habla de tren bala entre Retiro y Córdoba, en la provincia de Entre Ríos en forma urgente las autoridades deberían solicitar la intervención de la empresa para salvar lo que aún queda en pie”, se exigió desde el Ferroclub. Fuente: El Diario de Paraná.