Miércoles 11 de Septiembre de 2013, 10:59

Recomiendan hidratarse para soportar el calor

| En los días de calor, a pesar que el invierno no terminó, y la sensación térmica subió demasiado, es preciso tomar medidas para evitar el golpe de calor y la deshidratación, que pueden ser graves en ancianos y también en niños pequeños.

La médica especialista en nutrición y cardiología Luz Don recomendó ingerir 35 o 40 mililitros de agua por kilo de peso, aunque en esta medida se incluyen los líquidos y parte de los alimentos que la proveen. Don recordó que estos días de mucho calor, frutas y verduras con elevado contenido de agua y otros nutrientes esenciales para nuestro organismo, se convierten en protagonistas esenciales. “Sacian nuestra hambre y sed, y contribuyen a mantener nuestra piel bien nutrida e hidratada”. La especialista señaló que “se desencadena generalmente cuando los mecanismos de eliminación del calor no funcionan bien, porque el cuerpo produce demasiado calor o porque la temperatura ambiente es demasiado alta”. El riesgo es mayor para los niños y ancianos, los que hacen deportes o trabajos al sol y para los discapacitados. No se recomienda hacer deportes cuando haga demasiado calor, y en todo caso suspenderlos de inmediato si sobrevienen náuseas, calambres, malestar general o debilidad, aseveró. Don destacó además que “lo más importante es mantener nuestro cuerpo bien hidratado. En general se calcula que una persona debe ingerir 35 o 40 mililitros por kilo de peso, aunque en esta medida se incluyen los líquidos y parte de los alimentos que lo proveen. Lo importante es tomar por lo menos dos litros de agua por día, aunque en esa medida se pueden incluir infusiones como el te, o caldos”. No obstante recomendó “bajo ningún punto de vista incluir bebidas con sodio o con conservantes o edulcorantes que estimulan más la insulina resistencia”. Incluir frutas y verduras es una de las mejores maneras de asegurar los niveles adecuados de líquidos que precisa nuestro organismo para evitar la deshidratación. Estos alimentos presentan, además, un bajo aporte energético y resultan muy adecuados para las épocas de calor, en las que nuestro cuerpo no necesita tantas calorías como en las estaciones más frías para mantener la temperatura corporal. Fuente: AIM.