Ricardo Alfonsín visitó Paraná

Con la voz ronca, agitada, y una bandera nacional cruzada en la espalda, el hijo del ex Presidente Raúl Alfonsín evaluó que “en estos últimos ocho o nueve años el país ha crecido, pero nos han hecho creer que eso tiene que ver con las políticas virtuosas implementadas por el oficialismo”. En el mismo sentido, analizó que “nos han dicho que si ganara un partido de la oposición el crecimiento podía detenerse o ralentizarse, pero no es así. Podríamos decir, exagerando un poco, que el crecimiento se ha dado en la Argentina a pesar de los errores cometidos por el gobierno”, asestó. “Les aseguro que nunca desde 1810 a 1990, por distintas razones que no vienen al caso, el mundo había sido tan favorable para Argentina y América Latina en general como fue desde el 2003 en adelante. Toda América Latina ha crecido, algunos más que nosotros y sin embargo aplican políticas distintas. Es que en este contexto, con este mundo tal cual existe, es más difícil no crecer que crecer en este país. Y desde nuestro sector prometemos que este camino seguirá, el desarrollo seguirá siendo extraordinariamente favorable. Pero a haremos que este crecimiento sea mejor, de manera distinta, más virtuoso en lo social, y más consistente en lo económico”, manifestó frente a unas 300 personas en el centro de capital provincial. “Quiero referirme específicamente a lo social. Son ocho o nueve años consecutivos de crecimiento a tasas chinas, y a pesar de ese tiempo les pregunto a ustedes para que se contesten con honestidad y sinceridad: ¿después de tantos años la salud pública, la educación, la seguridad el trabajo en negro, mejoraron o empeoraron? Entonces, de qué sirve el crecimiento sostenido si estamos así. Yo no quiero mandar a nadie al carajo, pero si después de tantos años en esta línea todo está peor, ¿a quién carajo le sirve?”, atizó el radical. En el mismo sentido, añadió: “No quiero ser demagogo, ni relativizar. Estamos contentos con el crecimiento, pero eso no es consuelo. Lo que nos desconsuela es que no han sabido transformar el crecimiento en bienestar general. Después de tantos años debían haber mejorado muchas cosas en Argentina”. Y cerró la idea prometiendo continuar con el desarrollo, pero volcándolo a lo social. Por eso, “Unión para el Desarrollo Social. Para el bienestar general”, remató. Asimismo, dijo a las provincias donde el sector agropecuario es un eje importante en la economía “les van a sacar el pie de encima”. Y apuntó que “la gente va a poder trabajar, va a ser respetada porque nadie va a sorprender a nadie en su buena fe”. Añadió que en un sector “se pueden tener diferencias, pero un gobierno debe situarse en la defensa del interés general”, y arriesgó que por levantar esa bandera pueden generarse aún más diferencias, pero “ese no es el problema, porque las sociedades no son ni hormigueros ni panales de abejas”. En cambio, señaló que el problema está en “cómo se procesan” esas contradicciones. “Esas diferencias se van a resolver en clave democrática, de diálogo. Sin que nadie le falte el respeto a nadie -añadió-, porque nadie le va a clavar el cuchillo a nadie por la espalda en Argentina”. Manifestó que “es necesario agregar valor a todos los bienes que se producen” y graficó que “los granos que se están yendo por los puertos, deben quedarse acá para que en este país sean procesados e industrializados, para mejorar más empleo y de mejor calidad”. También prometió “recuperar los ferrocarriles abandonados, un testimonio del triste desastre que hizo el justicialismo”. Apuntó además que harán “una revolución educativa”, llevarán a cabo “el plan de hambre cero, programas de viviendas”. Aludió directamente “a los jubilados” diciendo que sancionarán “el 82 por ciento móvil”. Tras eso, se felicitó a los jóvenes porque “en esta cultura todo estimula a no hacer política, a excluirse, pero los más chicos han demostrado que son capaces de nadar contra la corriente y se han dignado a luchar por la causa más noble que es mejorar la condición humana”. En tal sentido, asentó: “No hago muchachismo, pero es la juventud la que debe encargarse de hacer los cambios”. Apuntó que “lo que importan son las ideas, esas que nos acompañan durante toda la vida, aunque en algunos momentos no sean compartidas por la mayoría de la sociedad, si seguimos creyendo en ellas, hay que luchar por ellas”. Y ratificó: “El radicalismo los va a acompañar durante toda la vida, porque son ustedes -por los jóvenes presentes- luchadores de las ideas. Miren que para ser radical después del 2001 no hay que ser masoquista, hay que tener convicciones y ustedes lo han logrado. Por eso, pido que cuiden el partido y que se esfuercen por el radicalismo”. Fuente: Análisis Digital.