Martes 18 de Mayo de 2010, 16:14

Se cumplen 28 años del Combate Aeronaval del Guardacostas "

| Este martes se conmemoró el 28º Aniversario del Combate Aeronaval del Guardacostas PNA GC-83 “Río Iguazú” y se rindió homenaje a la actuación de la Prefectura Naval Argentina en la Guerra de Malvinas. El mismo se llevó a cabo en la Plaza de Armas Cabo Primero Julio Omar Benítez de la Prefectura de Zona, fue presidido por Prefecto de Zona Bajo Uruguay Prefecto Mayor Carlos Guillermo Peralta, la presencia de integrantes de la XVIIº Promoción de la Escuela de Suboficiales de la Institución, de la cual era integrante el Cabo Primero Julio Omar Benítez, como así también la madre del héroe local.


“Transcurrieron 28 años de aquella gesta que puso fin a una centuria y media de sometimiento, por parte de la corona inglesa, de las Islas Malvimas. Luego del desembarco del 2 de abril, las máximas autoridades nacionales de ese entonces vieron la necesidad, de desplegar en el teatro de operaciones del Atlántico Sur, una fuerza de Policía Naval, que ejerciera, el poder que le es propio en aguas jurisdiccionales, creando así la Subprefectura de Puerto Argentino. La Prefectura Naval Argentina fue convocada para que con sus medios de superficie, los guardacostas GC-82 “Islas Malvinas” y GC-83 “Río Iguazú”, se trasladaron al, travesía que no fue fácil, pues además de la temida presencia de los submarinos nucleares debió luchar con un mar embravecido, donde las altas masas de agua, según los relatos de sus protagonistas, se abalanzaban sobre las naves, que alentadas por el sentimiento de abnegación de su joven tripulación, se esforzaban por remontarlas, para luego volver a sumergirse en el seno de las olas, donde el mar parecía querer devorarlos. Así el día 13 de abril los guardacostas arriban a Puerto Argentino, burlando el bloqueo enemigo. La gesta heroica, que marcó un hito trascendental para Prefectura Naval Argentina fue reconocida oficialmente por el gobierno inglés, que el día 15 de abril emitió un comunicado en el cual manifestaba: “que dos lanchas de la Policía Marítima Argentina, habían superado el bloqueo de las Islas Malvinas, el que era impuesto por submarinos de caza a propulsión nuclear, agregando que habían atravesado los 700 km. que separan las islas del continente, amparadas por la noche, en medio de una furiosa tormenta, con olas de hasta 7 metros, y utilizando una ruta secreta y desconocida” Fue en los albores del 22 de mayo que el guardacostas “Río Iguazú” zarpó para cumplir una misión de trasladado de personal del Ejército Argentino y dos cañones Otto Melara de 105 milímetros: el destino era Puerto Darwin y hacia allí se dirigió sigilosamente amparado por la penumbra en una navegación sin mayores sobresaltos. El clima un tanto distendido fue quebrado cuando con las primeras luces del día un alerta rojo transmitido por radio anticipaba la presencia de fuerzas hostiles en el cielo de Malvinas. La sirena anunciando zafarrancho de combate movilizó al personal que presuroso ocupo sus puestos. dos aviones Sea Harrier en decidida actitud de ataque en vuelo rasante dispararon sus cañones de 30 mm. estremeciendo la fría mañana al hacer blanco en diversas zonas del guardacostas. La magnitud de los daños materiales fue severa y produjo vías de agua en el casco que comenzaron a inundar la sala de máquinas, asimismo, el timón y el sistema eléctrico habían sido alcanzados y estaban averiados. Percatado de esto, el Capitán, el entonces Subprefecto Eduardo Adolfo Olmedo, optó por varar el guardacostas a toda velocidad antes de que el agua inundara las maquinas; la maniobra de varadura se efectuó sobre la margen sudoeste de la Bahía Boton frente a la isla Gran Samuel. En esas circunstancias cuando el Cabo Segundo Raúl Ibañez, encargado de la sala de máquinas, solicitó autorización para subir a cubierta. Allí, la situación era de extrema gravedad y dramatismo, junto al emplazamiento de la ametralladora yacía sin vida el Cabo Segundo Julio Omar Benítez, en honor a quien la plaza de armas le fue impuesto su nombre; y se encontraban con graves heridas y hemorragias el Oficial Principal Gabino González, el Ayudante de Tercera Juan José Baccaro, y el Cabo Segundo Carlos Bengoechea. Sin tiempo para reponerse del impacto causado por el doloroso cuadro, y ante la inminencia del segundo ataque, el Cabo Segundo Ibañez tomó la posta de su camarada herido de muerte y comenzó a disparar con la ametralladora Browning calibre 12,7 colimada en la silueta de uno de los Sea Harrier y es en este momento cuando, afectado en algún sistema vital, se observó la presencia de una densa humareda que emanaba del avión, acompañada por una trayectoria descendente que finalizó cuando el mismo hizo impacto en las aguas y desapareció. El segundo de los Sea Harrier, mientras tanto, emprendió la retirada del escenario de combate y se perdió en el horizonte. Allí en la desolada Bahía Button, moría honrosamente un pequeño coloso y nacía una leyenda bautizada por el propio enemigo como “Los tigres de la bahía”. Una vez arribados a la costa y desembarcados sus sobrevivientes fueron rescatados por un helicóptero de la Fuerza Aérea Argentina y trasladados de nuevo a Puerto Argentino. El sacrificio de la dotación del Río Iguazú y la decisión de su Capitan, permitió que posteriormente efectivos de la Guarnicion Darwin retirasen de bajo el agua las dos piezas de artillería de 105 milímetros Otto Melara, piezas que aseguraron la continua presencia de ese heroico GC-83 en las subsecuentes batallas del 28 y 29 de mayo donde dispararon hasta agotar su munición sobre el enemigo. Aquellos hombres de prefectura, que por aire, mar y tierra, cumplieron acabadamente con su deber, hombres que ofrendaron su vida por la patria, a los camaradas de las Fuerzas Armadas y de seguridad, al personal de la marina mercante nacional y al personal civil que participaron en recuperar parte de nuestro territorio. Particularmente es tiempo de rendir homenaje al Cabo Segundo Julio Omar Benítez, ascendido post morten al grado de Cabo Primero, distinguiéndose su accionar con la medalla “la Nación Argentina al muerto en combate”. Cabe recordar que este prefecturiano nació en Basavilbaso el 22 enero de 1962, y que había ingresado a las filas de Prefectura en el año 1979 como Marinero de Primera, Asimismo al Cabo Segundo José Raúl Ibañez, quién cumplió una destacada actuación al quedarse solo al mando de la embarcación y a la vez enfrentar la fuerza enemiga, siendo este merecedor de la más alta condecoración que se otorgara tras la contienda bélica “la Nación Argentina al heroico valor en combate”. A la valiente tripulación del Guardacostas “Río Iguazú”, la que se cuenta como la única unidad de superficie desde la que fuera derribada una aeronave enemiga en todo el conflicto, recibiendo el pabellón de su guardacostas, la distinción de “honor al valor en combate”. A todos ellos, aprovechemos ésta oportunidad y saludémoslos con agradecimiento por el deber cumplido”, dijo el Oficial Auxiliar Fernando Galarza. En otro de los momentos salientes de la ceremonia hizo uso de la palabra un integrante de la Promoción XVII quién visiblemente emocionado afirmó: “nos convocamos en esta Plaza de Armas para honrar la memoria de nuestro camarada y amigo, el Cabo Primero Julio Omar Benítez, quién de igual manera que otros héroes combatientes en el conflicto bélico del Atlético Sur hicieran gala de un abnegado compromiso con la patria para sostener los derechos soberanos sobre las Islas Malvinas. A las puertas del Bicentenario de la patria y de la Prefectura sus compañeros nos sentimos orgullosos de él. Su valor, su desinteresada entrega ha constituido el motor para que crezcamos y mantengamos la frente alta”. Más adelante dijo que “en cada nuevo aniversario, teñido por el dolor de la ausencia de nuestros jóvenes, el recuerdo se mantiene vivo a la luz de la valentía y de la generosidad con que derramaron su sangre. Vale recordar las palabras del General Don José de San Martín quién expresara: “los soldados de la patria no conocen el lujo sino la gloria”, por todo ello estamos honrados de estar aquí para rendirles homenaje y testimoniar nuestro reconocimiento a uno de nuestros camaradas con el profundo respeto que nos inspira el ejemplo que nos ha legado su admirable actitud”, afirmó el Ayudante Principal Natalio Sarno.