Domingo 25 de Julio de 2010, 14:18

Seis años de la desaparición de Fernanda Aguirre

| Se cumple hoy un nuevo aniversario de la desaparición de la joven de San Benito Fernanda Aguirre, quien fue vista por última vez el 25 de julio de 2004, cuando iba a llevar flores a la casa de una vecina. Su madre, María Inés Cabrol, murió el 11 de mayo pasado, después de haber dedicado los últimos seis años de su vida a buscar a su hija.

Por el secuestro fueron juzgadas dos personas: Mirta Cháves y Raúl Monzón. La primera recibió una condena de 17 años de prisión, pero el segundo fue absuelto. El principal sospechoso del secuestro de Fernanda, Miguel Ángel Lencina, apareció ahorcado en una celda de la comisaría quinta, en agosto de 2004, a pocos días de haber sido detenido por el hecho. Lencina era un delincuente condenado por homicidio que el día que desapareció Fernanda gozaba de una salida otorgada por un juez de Concepción del Uruguay para visitar a su familia. El año pasado, cuando se cumplieron cinco años de la desaparición de Fernanda, María Inés Cabrol dijo que llevaban “un año más sin saber de ella. Y llevamos cinco años de calvario. No tenemos un resultado de ninguna parte, ni de la justicia ni de otro lado. Ella sigue desaparecida como si se la hubiese tragado la tierra”. Cuando empezaron a surgir las hipótesis del caso, la madre de Fernanda se inclinó por la de la trata de personas, postura que sostuvo porque siempre pensó que su hija cayó en una red de prostitución de menores. [b]En la justicia[/b] Si bien se investigaron numerosas hipótesis y se realizaron gran cantidad de operativos para dar con el paradero de la joven, no hubo resultados positivo. El principal sospechoso del episodio fue Miguel Ángel Lencina, un delincuente condenado por homicidio que el día que desapareció Fernanda gozaba de una salida otorgada por un juez para visitar a su familia. Lencina fue detenido por el secuestro, aunque días después fue hallado ahorcado en la celda de la comisaría quinta de Paraná, donde estaba alojado. María Chávez, su viuda, fue condenada en diciembre de 2007 a 17 años de prisión, acusada de ser coautora del secuestro al haber sido quien se comunicó telefónicamente con la familia Aguirre para pedir el rescate de 2.000 pesos que se pagó por la adolescente. El otro implicado en la causa fue Raúl Monzón, un primo de Lencina, inicialmente procesado como partícipe secundario del hecho, pero absuelto después en el debate. Notas, llamadas y hasta botellas con mensajes pasaron por el juzgado 6 -a cargo de la causa- durante los seis años del hecho, sin que aportaran ningún resultado concreto. [b]Requisas[/b] El año pasado, la justicia ordenó investigar dos pozos de la zona de San Benito, uno de los cuales sería el lugar donde Lencina y un cómplice arrojaron a una adolescente después de violarla durante dos días, hace unos quince años atrás. El pozo fue revisado en forma ocular, pero no se llegó al fondo por sus características. También se reiteró la búsqueda en ese lugar, que se encontraría entre las coordenadas territoriales por donde transitó Lencina en su fuga hacia la ruta, tras haber cometido presuntamente el secuestro de Fernanda. La investigación también consideró las declaraciones de un hombre que estuvo en un prostíbulo en España donde aseguró haber visto a la joven, así como un indicio que llevaba hasta una casa de prostitución de México. [b]El pedido que no fue[/b] El año pasado, a un día de cumplirse cinco años y un mes de la desaparición de Fernanda Aguirre, su madre, María Inés Cabrol, reiteró el pedido de “colaboración de la gente para que se anime a ayudarnos” a encontrar a la adolescente. “Cada día vivimos mal, pero cuando se aproxima cada 25 sentimos que ha pasado otro mes y que no hay respuestas. Nos pone mal porque no sabemos nada de nuestra hija. Estamos con las manos vacías”, explicó en ese momento Cabrol. [b]La muerte de María Inés[/b] El 11 de mayo, María Inés Cabrol falleció de madrugada, tras padecer una grave enfermedad. Se encontraba internada en una clínica de Buenos Aires tras permanecer más de una semana internada en estado delicado. La mujer, de 45 años de edad, que dedicó los últimos seis años de su vida a luchar por el paradero de su hija, padecía una enfermedad que le habían detectado en abril, pero entró en coma profundo y murió ese día cerca de las 3 de la madrugada. Fuente: AIM.