Lunes 12 de Abril de 2010, 19:58

Un entrerriano implantó el primer corazón artificial de

| El 4 de abril de 1969 el médico diamantino, Domingo Liotta, y el cirujano norteamericano Denton Cooley, implantaron a un paciente en el hospital Saint Luke de Houston el primer corazón artificial de la historia.

La prótesis cardíaca fue injertada de manera temporaria en el paciente Haskell Karp, de 47 años, hasta que recibió un órgano natural 64 horas después. Este invento ideado y desarrollado por Liotta, y su correspondiente técnica de implantación, permiten que el paciente sobreviva hasta tanto aparezca el donante con el órgano necesario. Posteriormente a esta verdadera proeza, el médico entrerriano efectuó las mismas operaciones en Argentina. En el modelo puesto a punto por Liotta, que había permanecido durante 9 años trabajando en el proyecto, la impulsión de la sangre está garantizada por una membrana elástica que forra una de las paredes ventriculares de la prótesis, remendando el corazón natural, y accionado por un gas, que se impulsa por una bomba extra-corporal. El aparato había sido ensayado en varios terneros y funcionando correctamente durante 44 horas. El invento de Liotta fue aplicado el viernes 4 de abril a las 14 como última alternativa, puesto que el paciente presentaba un estado clínico desesperado: varios infartos, un bloqueo auriculaventricular que lo obligaba a usar un marcapasos desde una año atrás, y padecía de una insuficiencia ventricular izquierda importante. De manera que, en espera de hallar un corazón de un donante compatible, Cooley y Liotta decidieron estrenar en un ser humano la innovación tecnológica del entrerriano. El paciente, Haskell Karp de 47 años, redactó de su puño y letra una autorización de operación en la que especificaba: “En caso de que el funcionamiento de mi corazón no se pudiera restablecer mediante la eliminación de las partes destruidas del músculo cardíaco y que mi muerte se hiciera así inevitable, autorizo al doctor Cooley para que extraiga mí corazón enfermo y la reemplace por una bomba cardíaca mecánica. Entiendo que esta bomba cardíaca no será implantada de manera definitiva, sino que será más adelante reemplazada por un corazón humano trasplantado... Nadie me ha prometido nada en relación con los resultados...” La operación se lleva adelante con éxito, pese al delicado estado de Karp y rápidamente suscita el interés del mundo entero. Tres días más tarde, el lunes 7 de abril, llega a Houston un corazón para Karp extraído la noche anterior de una mujer de 40 años. La operación de transplante definitivo fue realizada, desde el punto de vista técnico, de manera satisfactoria. Pero el martes 8, el paciente trasplantado falleció con un cuadro de insuficiencia multivisceral. Es el "fracaso", y Cooley se enfrentará en los días subsiguientes a los reproches más severos de la comunidad de cardiólogos, que solicita sanciones para el cirujano. No obstante, poco después y ante la enorme cantidad de vidas salvadas con este método en diferentes países, el mundo entero termina por reconocer la contribución de Cooley, a quien vuelven a llamar “el de las manos de oro”, y al brillante invento de Liotta. El avance de la ciencia puso al alcance de los profesionales nuevas posibilidades y en la actualidad existen importantes investigaciones orientadas a la generación de corazones artificiales a partir de las células madres del mismo paciente, algo que, según algunos científicos, podría estar disponible dentro de los próximos 20 años. Por su invención el diamantino ha recibido desde entonces todo tipo de reconocimientos y condecoraciones por su contribución a la medicina y a la salud humana. Domingo Liotta , nació en 1924 y se recibió de médico en la Universidad Nacional de Córdoba, en 1949. Tras graduarse cumplió tareas en diferentes hospitales. Luego viajó a Lyon, Francia, y más tarde a los EE.UU. En 1974 se desempeñó como secretario de Salud Pública. Desempeñó la docencia e investigación clínico-quirúrgica desde el año 1945 hasta la actualidad, en universidades públicas y privadas argentinas y extranjeras, llegando en el año 1991 a ser designado Director del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Fue durante su gestión al frente de ese organismo que se creó, en 1995, el Centro de Investigaciones Científicas y Transferencia de Tecnología a la Producción de Diamante. En 2006, el famoso Museo Smithsoniano de Whasington organizó una exhibión con los 150 objetos más valiosos de su coleción, que supera los 3 millones de artefactos. Entre ellos estaban la lámpara eléctrica de Thomas Alva Edison y el corazón inventado por Liotta. Fuente: AIM.