| El suceso causó conmoción en toda la comunidad uruguayense, al conocerse la novedad en horas del mediodía de este viernes. El nene de solo 2 años fue víctima de un salvaje ataque de perros, lo que le costó la vida en cuestión de segundos, sin que nadie pudiera evitarlo.
Según testigos del hecho, los perros que intervinieron en esta masacre fueron al menos tres y no serían perros callejeros, sino que tienen sus dueños pero estaban sueltos. La Justicia investiga el caso que pone nuevamente a la luz la necesidad de que se adopten medidas para evitar que los animales estén libremente el la vía pública sin control de sus propietarios.
[b]Como habría ocurrido:[/b] Fuentes policiales señalaron que el dramático incidente se produjo alrededor de las 11.30, en calles 41 del Oeste y Alberdi, zona de Colonia Perfección Sur, al oeste de Concepción del Uruguay, en momentos que el niño Lucas Romero de dos años, transitaba por la calle -lugar de poco movimiento ya que son calle vecinales- como lo hacía normalmente, según lo señalaran vecinos del lugar que lo veían incluso, jugando con su triciclo.
Al parecer, los perros se abalanzaron sobre él y lo atacaron sin piedad, arrastrándolo varios metros por la calle, hasta se detuvieron para seguir mordiéndolo.
Los ruidos despertaron la curiosidad de vecinos que salieron a ver lo que pasaba, sumándose dos albañiles que trabajaban en una obra cercana que vieron al nene y trataron de socorrerlos.
El cuadro era tremendo y mientras los perros escapaban, la gente atónita veía el cuadro del niño desnudo y con numerosas heridas, ya que al parecer los animales le desgarraron sus ropas. La llegada de estas personas evitaron que los perros hicieran mayores estragos sobre la humanidad de Lucas, ya que habían comenzado a comerse parte del cuerpo, huellas reflejadas sobre la zona de la ingle.
[b]Piden ayuda:[/b] Inmediatamente se realizaron los llamados de urgencia, pero a su llegada el personal policial se encontró con la novedad de que el menor había fallecido producto de las graves lesiones. Vecinos desconsolados, rodeaban a -Yesica Haak y Brian Romero, padres del niño, que sumidos en shock, no encontraban una respuesta a tremendo suceso que le costara la vida a su único hijo.
Momentos más tarde llegaron más patrullas y se hizo presente el jefe policial, comisario mayor Julio Brumatti, para luego sumarse en delegado judicial y el fiscal Fernando Lombardi, junto am médico forense, doctor Siemmens. También había concurrido una unidad de Vida Emergencias, pero nada pudieron hacer.
[b]Reacciones:[/b] En el lugar, mientras trabajaba la Policía con personal de Criminalística, fueron numerosos los reclamos escuchados por los perros sueltos en la zona, señalándose a tres animales como los que estuvieron involucrados en el lamentable hecho, todos con su respectivo dueño, destacándose que estos perros eran agresivos y corrían a quienes pasaban por la zona.
Todos lamentaban el suceso y coincidían en señalar que para tener estos animales es necesario contenerlos atados o con un alambrado firme.
Las pericias se extendieron caso por un lapso de hora y media, levantándose rastros y secuestrándose prendas de vestir de la víctima, disponiéndose el envía del cuerpito a la morgue del Hospital Justo José de Urquiza, para ser sometido a la autopsia.
El jefe de la Policía señaló que “Lamentablemente el llamado lo recibimos de la familia que vio este desgarrador cuadro, ya que se encontraban a metros del niño y no pudieron evitar el hecho”, mencionó el Jefe de la Policía, explicando que el cuerpo del niño fue “destrozado” por los perros, a tal punto que desprendieron parte de sus extremidades.
[b]Capturan los perros:[/b] Asimismo, el fiscal Lombardi, ordenó que se capturaran los perros señalados por los vecinos, para ser trasladados a la Sección Canina de la Policía, observándose que en uno de ellos había vestigios de sangre que serían del menor fallecido.
Fuentes señalaron que dos de los animales -perros mestizos- pertenecían a la vivienda ubicada frente donde se halló el cuerpo sin vida, cuyo propietario es el periodista Martín Barral y el otro perro secuestrado, propiedad de la vivienda aledaña ubicada hacia el norte, cuyo dueño es Juan José Ciuffolotti, de color marrón cruza con bóxer.
Respecto a lo sucedido, el periodista Martín Barral argumentando que los perros no son de su propiedad, aclarando que él alquila la casa.
No se informó al respecto de lo que se hará con los canes y que imputación podría caberles a sus propietarios, destacándose que se continúan recepcionando declaraciones testimoniales en dependencias de la Comisaría Segunda y de la División Investigaciones.
Fuente: Pablo Bianchi.
