Martes 10 de Marzo de 2009, 00:41

Una joven cayó en un desagüe y fue arrastrada por la corre

| El caso ocurrió la semana pasada en Concepción del Uruguay. En la ciudad cabecera del Departamento se registró un violento temporal de agua y viento que provocaron que numerosos cursos de agua se vieron desbordados, convirtiéndose en verdaderas trampa para quienes intentaban superarlos sin darse cuenta de la fuerza de la correntada.

Las lluvias caídas durante la madrugada y mañana del miércoles, superaron la media total del mes, lo que causó anegaciones, daños en calles viviendas, vehículos y embarcaciones, poniendo en riesgo a cientos de personas en distintas localidades. Concepción del Uruguay no fue la excepción y numerosos cursos de agua se vieron desbordados, convirtiéndose en verdaderas trampa para quienes intentaban superarlos sin darse cuenta de la fuerza de la correntada. Esto fue lo que le pasó a Yanina Schivalochi de 29 años, quien a las 5.30, aproximadamente, iba a su trabajo en moto y debió pasar por una experiencia límite y se vio al borde de la muerte. “Yo iba a mi trabajo por el acceso Juan José Bruno, pero a la altura de 26 del Oeste debí desviar por calle Intendente González, ya que la calle estaba cortada por las reparaciones del pavimento. Al llegar al bajo de la calzara, por donde pasa el desagüe, vi el agua, pero no imagine que pasaba tan fuerte, lo que no pude ver bien por la falta de luz del lugar y la intensa lluvia. Delante mío cruzó otra moto y el oleaje que hizo, más la fuerza del agua me hicieron caer y fui arrastrada al zanjón que en ese lugar tiene como tres metros de hondo”, contaba la víctima sin poder disimular su angustia por lo vivido. La joven fue arrastrada algunos metros y logró abrazarse a unas ramas de un sauce, al tiempo que comenzaba a gritar pidiendo ayuda. “Nadie me daba una mano y los que pasaron se fueron. Vecinos del lugar me escucharon pero no salieron. Las rammas se fueron rompiendo y pensé que me moría. Pasaba el tiempo pero afortunadamente en ese lapso llamaron a la Policía y casi 45 minutos después de haber caído al agua, llegó el patrullero 733. Vi que un policía intentaba llegar hasta mi, pero era casi imposible, finalmente logró pasar hasta donde estaba el sauce al cual yo me aferraba y con mucho esfuerzo me tomó de la mano, pero él también fue arrastrado y cayó. El suboficial se aferró al árbol y me sostuvo, para luego sacarme de la correntada, solo con sus brazos y la ayuda de su compañero de patrulla, que después de ponerme a salvo, con una soga, logró rescatar al otro policía”, continuaba su relato. La joven recordaba el suceso con una mirada que reflejaba el asombro y el agradecimiento por quienes la rescataron. “Yo quise acercarme a UNO para hacer público mi agradecimiento por lo que estos dos policías, el sargento Marcelo López y el cabo Guillermo Cergneaux, hicieron por mi. Fueron cuarenta y cinco minutos en los que estuve al borde de morir ahogada y cuando las fuerzas se me terminaban, lograron sacarme, por lo que les estaré eternamente agradecida”, finalizó. Posteriormente se supo que la moto de la joven y la de otro motociclista accidentado esa mañana, fueron halladas tres días después entre el barro y las malezas. Fuente: Pablo Bianchi.