Miércoles 24 de Septiembre de 2008, 10:59

UPCN protestó frente a la casa del Gobernador

| En el marco de las “medidas sorpresivas”, la Unión del Personal Civil de la Nación decidió llevar ayer la protesta en demanda de una mejora salarial que ubique el mínimo de bolsillo en 1.500 pesos a la casa del gobernador Sergio Urribarri, en la zona del Brete en Paraná.

A primera hora de la mañana, cerca de las 7, un grupo de dirigentes lanzó una bomba de estruendo cerca de la residencia privada del Gobernador, hecho que puso en alerta a los custodios. Hasta el ministro de Gobierno, Adán Bahl, salió a dar explicaciones del asunto, aunque minizando el incidente. Bahl aseveró que “fue más que nada una picardía” y aseguró que “es un hecho aislado e insignificante”. De todos modos, el Jefe de Operaciones de la Policía, comisario general Luis Becker, contó detalles. “Un vehículo pasó por la parte exterior, que es prácticamente campo, e hizo sonar un artefacto, una bomba de estruendo”, dijo, e indicó que inmediatamente la Policía tomó intervención “porque se trata de las cercanías del domicilio particular” de Urribarri. Incluso adelantó que se comunicará a la Justicia el incidente y se tomarán “los recaudos que sean” por la investidura del Gobernador. La bomba de estruendo, no obstante, fue de poca envergadura, según explicitó, en declaraciones a la Agencia Periodística Federal (APF). Becker relativizó el incidente apuntando que el artefacto “era de las chicas, más petardo que otra cosa”. Del vehículo del que habría sido arrojado el objeto, no se tomaron datos, ni tenía identificaciones, precisó luego. Incluso, confesó que en un momento se pensó que podría tratarse de una contraexplosión del caño de escape del rodado lo que provocó el estruendo, pero al acercarse a la zona, la guardia constató la presencia de restos de papel y otros elementos que forman el artefacto. De todos modos, Teresa Figueroa, miembro de conducción de UPCN, aseguró que el hecho forma parte de las medidas de protesta del sindicato, que apunta a arrancarle al Gobierno una mejora salarial de emergencia, que eleve el mínimo de bolsillo a 1.500 pesos. El gremio instaló hace más de 30 días una carpa frente a la Casa de Gobierno, y allí cada mañana se hacen detonar bombas de estruendo. Pero ante la queja de los vecinos del lugar, decidieron mudar la protesta, y en el plenario que se realizó anteayer, se dispuso llevarlo hasta las puertas de la casa del Gobernador.